9 de julio de 2011

¿Qué?, ¿cómo? y, sobre todo, ¿cuándo?


Esas son las grandes preguntas que se hacía un profesor de matemáticas que tuve en COU, el querido Luís, y son las preguntas del millón. ¡Lo que daríamos tu madre y yo por saber qué esperarás de nosotros, cómo estarás y, sobre todo, cuándo llegarás y podremos tenerte entre nuestros brazos!

Estos días tenemos en casa a tus abuelos y tu primita. Cada vez que vemos a tu prima pensamos en tí y sentimos ese vacío, ese hueco que sólo tú puedes llenar en nuestro interior.

También nos estamos planteando muchas cosas. Desde la opción de adopción internacional (¿quién sabe? Lo mismo estás esperándonos en Colombia o cualquier otro punto del mundo y nosotros aquí, cruzados de brazos... Creo que, hoy por hoy, serías el único motivo por el cual tu madre y yo, Valium mediante, nos subiríamos a un avión...) hasta si estaremos realmente en el camino correcto y la vía del acogimiento puede ser una alternativa. Necesitamos tenerte con nosotros, y los tiempos de espera que nos ofrecen... ¡¡¡ufff!!! En fin, que estamos un poco liados, cosa harto normal a lo largo de este proceso, pero nuestro interior se resiste a la laxitud y el pasotismo y quiere, necesita pasar a la acción para intentar llegar cuanto antes a tu lado.

Ayer estuve en el concierto de RadioZ, cuyo cantante compartió conmigo no solo el año de COU, sino también las idas y venidas en autobús al instituto, las esperas en la parada del bus sentados en un portal y mil cosas más. Hacía mucho, mucho tiempo que no nos veíamos pero fue como si no hubiera hecho más de una semana. Es genial poder tener amigos así. Nos dimos un abrazo, hablamos un buen rato y de pronto llegó su mujer. Traía en brazos un precioso bebé de unos meses escasos. Disimulé como pude el nudo en la garganta, pero casi no me salían las palabras. Creo que ese fue el momento que aproveché para hacer una foto del otro grupo que estaba actuando, para evitar que una lágrima recorriera mi mejilla. ¿Envidia? No, ni muchísimo menos, no se trata de eso. ¡Estaba encantado de ver que mi amigo había logrado formar una familia tan preciosa!. Era únicamente tristeza, melancolía por no tenerte aún con nosotros y poder hacer lo mismo que hizo el con su precioso bebé: cogerte entre mis brazos, acunarte y hacerte sentir amado y deseado mientras yo sentía que era tu padre. Tenemos tanto, tantísimo que ofrecerte mamá y yo que la espera se nos hace eterna.

En fin, al margen de todo esto, tengo dos buenas noticias. Por un lado, tu madre me ha comentado que ha leído que estaba estudiándose disminuir el tiempo mínimo de espera judicial de 18 a 3 meses para evitar que estén los bebés tanto tiempo en los "hogares provinciales" (que siempre he creído que es el eufemismo cobarde de "orfanatos"). Ojalá se lleve adelante y se apruebe, aunque los motivos que los muevan a hacer esto sean económicos, da igual.

La segunda buena noticia es que tu padre ha decidido al fin olvidarse de la vorágine del día a día que le arrastró a un trabajo que no eligió sino que apareció de repente en el año 1999 haciéndole dejar de lado de golpe su verdadera vocación, la de enseñar, para intentar con todas sus fuerzas alcanzar esto último. En pocas palabras, que estoy esforzándome todo lo que puedo para hacerme profesor. Por suerte en su momento me saqué varias cosas necesarias (la carrera, el CAP...) y ahora estoy sacándome la parte de idiomas y haciendo cursos de especialista en Educación Multimedia y cosas así. Ojalá consiga cambiar algún día de mi actual trabajo a mi verdadera vocación, pues no sólo será genial para mí, sino que nos permitirá hacer coincidir los horarios y vacaciones de tu madre, los tuyos y los míos. Los tres siempre juntos, los tres haciendo de todo en verano, en semana santa, en Navidades, disfrutando cada momento y dándote lo mejor de nosotros.

Parece un sueño, pero como dice un escritor que me encanta, Albert Espinosa, "Si crees en los sueños, ellos se crearán". Espero que no se equivoque.

Te queremos y estamos deseosos de que llegues.

Cuídate, hij@ mí@.

No hay comentarios:

Publicar un comentario