3 de julio de 2013

El abrazo nocturno

Sucedió hace dos noches. LY estaba en la cama entre nosotros, disfrutando de este maravilloso e incomprendido colecho. Nos miraba a los dos con una sonrisa en la cara mientras nos lanzaba besitos y ponía morritos para que nos la comiéramos enterita. Y por primera vez, entre caricia y caricia, besos y achuchones, LY se puso encima mía, tumbada encima de mi pecho con los ojos cerrados.

Fueron sólo dos minutos, pero... ¡Qué dos minutos! No pude evitar llorar de felicidad.

Este bichito que ha llegado a nuestras vidas y que lo ha puesto todo patas arriba, que nos agota, nos consume, nos alegra, nos preocupa y nos da vida...

1 comentario:

  1. La palabra agotamiento es la que ocupo mi vida durante los primeros meses después de la adopción de Maksim. Eran tantas novedades, familia, ciudad, gata, vecinos,playa... Perdí siete kilos, solamente de perseguirle allá donde corría... Era un agotamiento mezclado con felicidad y unas góticas de incertidumbre. Bastante parecido al tuyo. Lo bueno,era que su risa, sus besos, gracias o abrazos me cargaban las pilas instantáneamente y volvía a la carga en plan conejito de duracel... Abrazos y besos

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