Llevo mucho tiempo deseando escribir en el blog. Poder contar y completar nuestra experiencia de adopción gracias al recopilatorio que Dani se ha encargado de hacer. Gracias mi amor, por tus palabras y tu tiempo dedicado.
¡Qué fácil resulta ahora todo! ¡ Qué deprisa se olvidan las angustias, los miedos, los tiempos de espera de este largo e inacabado camino! Dos semanas antes de nuestros viajes, estábamos sentados en la consulta de la psicóloga hablando de la preparación para el cambio de vida que se avecinaba. Hablábamos libremente y sin miedo, y yo recuerdo llorar aterrorizada en la consulta. Llorar porque unos días antes un equipo de especialistas en Madrid me había asegurado, tras ver las fotos y video de nuestra querida LY, que presentaba rasgos autistas y posible retraso mental.
Creí que el mundo se me venía encima. Recuerdo llorar amargamente, aterrorizada ante la perspectiva de no poder, no saber comunicarme con mi hija. Además tuvieron la delicadeza de informarme que si la niña no cumplía los requisitos de nuestro CI, siempre podríamos solicitar un cambio de expediente ya en China y traernos otro niño o niña con una patología que asumiéramos.
Fueron días de mucho hablar, pero siempre quedó clara una cosa desde el principio: que LY era ya nuestra hija, tuviera lo que tuviera y nos encontráramos lo que nos encontráramos. Y que o era ella, o no era ningún otro.
Ha sido la decisión más difícil de mi vida: asumir mis miedos y vencerlos. Recuerdo salir de la consulta y hablar con Dani. Llegar a casa y quedarnos horas en el coche hablando de la situación porque era tan importante, que no podía romper el hilo del mismo ni siquiera un acto tan simple como el de salir del coche y entrar en casa. Ahí decidimos que tirábamos para delante pasase lo que pasase, aceptando las consecuencias que tendría en nuestra vida familiar... y matrimonial. Gracias mi amor, por hacerme ver las cosas con claridad y por tu firmeza y potencia en las decisiones.
Aceptamos. Aceptamos lo que traiga. No sólo sus problemas físicos, sino también aquellos psíquicos de los cuales nos han informado. Viva el terror, tomemos los ansiolíticos que sean necesarios y comencemos a recorrer el camino que el destino nos tiene preparados.
Llorando de emoción y miedo y alegría y desconcierto y un montón de sentimientos que estaban ocultos en lo más profundo del corazón... Llorando los dos, repito, fuimos preparando las maletas, dormimos en la cama la última noche en casa antes del viaje, fuimos a trabajar el mismo día en que nos íbamos a Madrid... Porque trabajamos hasta tres horas antes de pillar el tren de ida. Llorando nos subimos al tren rodeados de amigos y familia, viendo como se despedían de nosotros en el andén de la estación. Seguimos llorando de camino a Madrid ilusionados y con el miedo en el cuerpo, tocándonos, acariciando nuestros rostros, secando las lágrimas el uno del otro. Y seguimos llorando hasta en el avión, y sólo nos conteníamos porque S., la otra mamá adoptante, nos calmó con unas lonchas de lomo y pan un ratito antes de embarcar y consiguió distraernos con su charla mientras nos animaba discretamente a entrar en el avión.
El avión, ese otro gran miedo. Recuerdo ir por la pasarela de embarque con ganas de dar media vuelta, enfrentándome a otro de mis miedos y no dar media vuelta porque S. Seguía dándonos conversación y distracción. Gracias a ella logré subirme más tranquila y las lágrimas que brotaron de nuestros ojos cuando el avión despegó no se nos quitaron en la siguiente hora, mientras nuestras caricias continuaban.
Todos los miedos y los lloros desaparecieron en el mismo momento en que ya en China, LY vió a su padre primera vez, y se echó a sus brazos.
La primera vez que vi a mi hija y sentí que ella aún tenía más miedo que yo, acabó con mis lloros y angustias. Salió una fuerza no se de dónde que enjugó las lágrimas y las convirtió en el sentimiento de amor y protección más poderoso y profundo que pueda tener un ser humano: esa personita que acaban de poner en mis brazos es mi hija. No sé cómo está pero nos da igual. Es nuestra, pase lo que pase y esté como esté. En ese momento sabes que tenía que ser ella, que ha sido ella desde un principio y no otra, que el mundo se detiene, que se paran los relojes, que te quitas años de encima. Te das cuenta de que la espera mereció la pena porque simplemente, tuvimos que esperar a que ella naciera. Te llenas de un orgullo espectacular y acabas besando a tu marido con tu hija en brazos siendo la persona más feliz del mundo.
LY nos regaló sus primeras sonrisas y risas desde la primera noche. Durmió con nosotros de tirón y se despertó entre nosotros mirándonos extrañada. Mi pobre niña! Conoció a su familia del corazón y adoptiva gracias a la tecnología y vimos con un nudo en la garganta llorar a Damián y Silvia, sabiendo que ellos siguen esperando angustiados el camino de su destino. Vimos a la abuela que no pudo contener el llanto, hablamos con mi familia, nos emocionamos con las lágrimas de Manolo y las palabras emocionadas de Maribel... Estábamos a 12.000 kilómetros de distancia pero no estábamos solos. Había una red de wassaps, mails, llamadas de las que nos enteramos cuando ya llegamos a España. Y poco a poco pudimos ir hablando y viendo a toda esa gran familia.
Y se acabaron los lloros. Sólo lloré dos veces más. La primera en el tren que nos devolvía a Pekín. Ese día miraba a esa pequeña criatura que en los brazos de Dani, arrancábamos de su tierra, de su ciudad natal, del lugar donde su madre biológica la dejó no puedo asegurar muy bien el motivo. ¿Qué derecho tengo yo a que LY abandone todo aquello que ha conocido y querido hasta el momento? Conmigo ella ya no volverá a respirar el aire de la playa de Yantai, no volverá a escuchar palabras cariñosas pronunciadas en su idioma por su cuidadora, no jugará con los niños con los que se ha criado.
No hemos podido averiguar nada de sus orígenes y nos han mirado extrañados cuando hemos preguntado si podemos contactar con alguien en la provincia que pueda buscar algo sobre su familia biológica. Así que mi pena por LY, por esa madre que me ha hecho madre a mí, arrancó gruesas lágrimas que disimulaba mientras atendía a mi pequeña y a su constante necesidad de tener algo en la boca para comer.
La siguiente vez que lloré fue en el avión de regreso a casa. Una vez que S. estuvo sentada con su criatura, pude relajarme un poco y creerme al fin que por fin volvíamos a casa, con una niña que no tenía nada de autismo y que si tiene algo de retraso, que baje Dios y lo vea aunque me da exactamente igual que lo tuviera. Con el milagro de que el cielo, el destino, Dios o como quieras llamarlo, nos ha hecho padres de una hermosa criatura alegre, tragona, risueña, con carácter, muy activa... el milagro de tenerla en brazos, mirarle la cara, sentirla tuya, notar que nos busca, que algo de vínculo se está creando. Que la vida ya nunca será la misma porque este regalo nos lo han puesto en los brazos
Mi hija. Mi sol. Mis dos soles junto a su padre. Mi niña, que gracias al don de Dani con los niños, ha descubierto el poder de las caricias con ella. La niña que se duerme simplemente dándole caricias, masajeando su pelo, su barriga, su espalda... Mi hija, que necesita contacto físico para dormirse, que se tumba a mi lado y me toca la cara con su manita, y yo noto como su mano va resbalando por mi cara mientras se va durmiendo. Caricias y más caricias, y besos sonoros y otros que no suenan. Y las risas matutinas, y las miradas pícaras de "sé que estoy haciendo algo mal y me río mientras te miro". Los balbuceos, los potitos, probar alimentos nuevos y hoy incluso, su primera paella, jeje.
Mi tesorito sólo tiene una carencia. Le falta amor y todo lo que eso implica: seguridad, alegría, caricias, rutinas, empatía y también límites... Pero con cariño. Y masajes, y besar cada centímetro de su cuerpo porque ella así lo pide, y parar el masaje en la barriga pensando que está dormida y despertarse agarrando tu mano y poniéndola de nuevo en su vientre mientras me lleva la mano en pequeños círculos por su barriga. Esa es mi niña. La niña de las caricias...
Que maravillosa entrada tus palabras traspasan mi pantalla de mi computador y llegan a mi corazón y me hacen llorar, tu hija el día que pueda leer sentirá que es bendecida con una mama que escribe con tal sinceridad y amor. Una que es mama del corazon sabe cuan bendecida fuimos de tener a nuestros milagritos que nos llenan de esperanza amoooor, mucho amooooor. Gracias por compartir tus sentimientos.
ResponderEliminarDesde Chile con cariño
A veces he oído que decían a mi niña que qué suerte había tenido con sus papis, pero yo creo que es justo al contrario, que somos nosotros los que hemos tenido la suerte de tenerla. Esta familia del corazón rebosa amor por los útero costados. Un abrazo
EliminarHolaaa. Jo que bonito todo lo que dices de LY. Tiene que ser una experiencia preciosa.
ResponderEliminarEn mi caso será por nacional y tengo unas ganas ya!!!
Os voy siguiendo
Un beso
Ali
Ali, la experiencia más hermosa de toda la vida, y lo mejor es que cada día que pasa, aún lo es más. Nosotros seguimos en nacional. Tengamos paciencia y crucemos dedos para que vaya rapidito...
EliminarQué hermosas palabras, felicidades por tan hemosa familia!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Eli
Gracias Eli. Yo sigo tu blog, pendiente de tu asignación. Ya queda menos!
EliminarMaravilloso, todo de la primera a la última palabra. Amor puro. Enhorabuena!!! Os mando todo mi cariño.
ResponderEliminarPrincesa, todo ese cariño lo has sabido transmitir en esa preciosa carta que me ha emocionado hasta la médula. Grande eres! Has puesto por escrito un tesoro que algún día LY leerá con la misma emoción que yo he sentido. Gracias por tu delicadeza y empatía. Un fuerte abrazo
EliminarCómo me alegro de leerte, sabes que no me pillan de sorpresa tus palabras pues hace un par de meses te dije que sería así, pero tenías que vivirlo y sentirlo en carne propia. Mi corazón está tan lleno de alegría como cuando trajimos a A. a casa. os queremos y pensamos en vosotros cada día.
ResponderEliminarAna, siempre con la palabra exacta en el momento preciso. Sé que no te pillo por sorpresa pues hace un par de meses ya me avisaste de que debía vivir el momento y dejarme de buscar síntomas. Es cierto, tenías razón y tenía que haberte hecho caso, así me habría ahorrado disgustos, miedos y dinero y habría disfrutado más de las delicias de la maternidad. Eso demuestra que soy madre, pues ya he comenzado cometiendo errores... Y aprendiendo de ellos. Nosotros pensamos mucho en vosotros. Cuando quedamos?
Eliminar"Te das cuenta de que la espera mereció la pena porque simplemente, tuvimos que esperar a que ella naciera" Grandiosas palabras, MAMÁ. Por fin, la cuna ya no está vacía. Besotes. Os queremos.
ResponderEliminarEs que esa frase es cierta, es lo que pensé... Que toda esta espera fue porque ella aún no había nacido y no pudimos ir a buscarla antes porque aún no existía físicamente. Usando la ví supe que era ella, que la espera fue por ella... Y simplemente tuvimos que esperar a que naciera.
EliminarSusana ¡qué bonitas palabras!hace tiempo que sigo vuestro blog y por supuesto me he transportado a China con vosotros e incluso creo que algún día hemos coincidido por el lejano oriente,la región donde voy a recoger a mi peque está cerquita a la frontera.Vuestras entradas rebosan amor.Un beso y yo veo guapísima a Ly.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Ahora mismo me paso por tu blog para empaparme de tu historia.
EliminarSusana que relato tan bonito..que emocionante..mi amiga Monste adopto a Miret en etiopia y en poco tiempo vuelve alli en busca de su segundo hijo Raul-Bisrat
ResponderEliminarestoy recoginedo telas y deseos para coserle una colcha de los 100 deseos al igual que hice con miret
si quieres ayudarme agradeceria mucho tu ayuda
mandame un correo y te mando mis datos
mariajose-41@hotmail.com
que seais muy felices
un abrazo desde MENORCA
q bonito susana!!!! preciosa entrada.
ResponderEliminarbesos voladores
Muchas gracias María por dedicar un poco de tu tiempo a leerlo y comentarlo. Es precioso que la gente valore tus sentimientos. Un fuerte abrazo.
EliminarPor supuesto. Tenemos la colcha muy aparcada por falta de tiempo. Hasta que no cojamos rutinas los tres va a ser difícil comenzar a coserla, pero desde luego necesito retales y tengo algunos para intercambiar. Te escribiré esta semana...
ResponderEliminarMUCHAS CARICIAS Y MUCHOS BESOS PARA LY Y UN GRAN UN INMENSO ABRAZO PARA VOSOTROS!!
ResponderEliminar¡ENHORABUENA ENHORABUENA!!
Manuela
Ahora mismo le pego cuatro achuchón es de tu parte ;)
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