24 de agosto de 2010

Pintando en positivo

Querido hijo

Ya hemos pasado la fase de valoración. ¡No veas qué estrés! La verdad es que durante todo el proceso han sido muy considerados con nosotros y nos han tratado bien, pero en el fondo sabes que estás siendo examinado y que del resultado de ese examen depende el que podamos tenerte entre nuestros brazos de aquí a un tiempo o que no podamos verte nunca, y esa última posibilidad nos atenazaba el corazón...

La buena noticia es que parece que todo ha salido bien, así que aunque aún nos falta la confirmación oficial, ya estamos más tranquilos y relajados, pensando que puede que pronto te tengamos con nosotros. ¡Tenemos tantas ganas! Tu madre no deja de hablar de tí, especialmente en esos días del mes en los que se encuentra "más sensible" (si no me entiendes, ya me entenderás cuando crezcas un poco más, no te preocupes) y yo no quiero darle demasiadas vueltas al tema porque sé que la espera es larga... pero es imposible. Aún no has llegado a casa y ya estás presente en nuestros corazones. Vemos un niño pequeño por la calle y enseguida pensamos que podrías ser tú. Cada vez que tenemos a nuestra sobrina o a nuestros ahijados en casa te vemos reflejado en ellos y nuestro anhelo crece en la misma proporción que nuestra impaciencia. ¡Hay tantas cosas de tí que podríamos estarnos perdiendo!

En los días como hoy, en los que no consigo sacarte de la cabeza (y mucho menos del corazón), intento pensar en positivo sobre esta larga espera que tenemos por delante. Somos conscientes de cómo nos va a cambiar la vida cuando llegues y lo abrumador que va a ser tenerte en casa, especialmente al principio que no estaremos acostumbrados los unos a los otros, ni a los horarios, ni a tus gustos... Así que creo que lo mejor es que intentemos aprovechar el tiempo de espera que tenemos por delante para hacer cosas que luego nos van a costar más de hacer precisamente porque el tiempo libre lo querremos dedicar a estar contigo. ¿Mi proyecto para los próximos meses? Construirte un columpio para que podamos disfrutar contigo en el cesped con nuestros perritos observándote y tú mirándoles y riéndote mientras te cimbreamos (y se nos cae la baba, cómo no...). En cuanto me agencie los planos te los enseñaré, pero mientras tanto, aquí va una foto de lo que tengo en mente:



Cuídate mucho, hijo mío. Te queremos con todo nuestro corazón.