31 de julio de 2012

Llorar de felicidad

Ya he parado de llorar. La dicha y la alegría más profunda han invadido mi cuerpo en forma de espasmos llorosos que me impedían hablar mientras felicitaba por teléfono a una amiga que, hoy mismo, acaba de saber que ¡¡¡es mamá!!!.

   Es maravillosa la sensación de felicidad por otra persona. Imaginarte qué estará pasando o pensando en estos momentos, aunque la persona en cuestión se encuentre en un estado de shock de anormal tranquilidad que, pienso, reventará esta noche cuando intente dormir algo.


Aún me acuerdo de una de esas botellas de espumante que abrimos hace unos meses. Hoy he puesto otra en la nevera para cuando vayan a recoger dentro de unos días a su criatura. ¡Qué felicidad! y que nerviosss... Dani y yo siempre tuvimos claro que serían idóneos y asignados con prontitud, pero la vida te da sorpresas en forma de edad y situación esperada. Todos hemos esperado siempre un determinado perfil y la vida ha gastado una gran broma asignando justo el perfil contrario. ¡Me encanta!

Los últimos conocidos en ser asignados me provocaron un cabreo de aúpa, que más tarde se transformó en dicha. Esta vez es diferente. Es alegría y sólo alegría con un puntazo de envidia. ¡Por supuesto!

Amigos, las lágrimas inundan mis ojos de nuevo por vosotros. Gracias por contárnoslo, por informarnos, por dejarnos participar de esta sensación, por dejarnos compartir un trozo de esa felicidad. No os deseamos suerte porque ya la habéis tenido. Y a esa criatura, le ha tocado unos padres magníficos y una cariñosa y madura hermana que le apoyará en todo.

24 de julio de 2012

Llegarás...vengas de donde vengas

Reflexión, papeles, espera, formación, más espera, valoración, muchos más papeles, legalizaciones, notario, tribunal de justicia, ministerio, viajes a Madrid, ECAI, protocolo público, reuniones, libros, formación, preparación, quedadas, asociaciones...

Hij@ mí@, cuando el día que leas esta entrada verás que por todas estas cosas (y algunas más) han tenido que pasar tus padres para llegar hasta tí, porque desde antes de verte ya te queremos, desde antes de saber de dónde vienes, tu edad, si eres nene o nena o el color de tu piel. Nuestra búsqueda es incansable, porque eres el motor que hace que tu maravillosa madre y yo estemos todos los días con las "pilas cargadas" para afrontar lo que venga, para superar los obstáculos y para "comernos" a quien se quiera interponer entre nosotros.

¿Que si tuvimos dudas durante el proceso? ¡Por supuesto! Pero no dudas sobre tí, sino sobre nosotros mismos, sobre el proceso de búsqueda, sobre las cuestiones éticas con respecto a las ECAIs, sobre la estabilidad emocional y económica que poníamos en juego. Dudas, incertidumbre y, por qué no decirlo, miedo en ocasiones. Pero TÚ estás por encima de todo eso. TÚ eres mucho más importante para nosotros que cualquier otra cosa en el mundo, así que apoyándonos entre nosotros y con ayuda de las familias (las biologicas y la del corazón) no tenemos más miedos, no hay más incertidumbres, no hay más dudas: llegarás y haremos todo lo que esté a nuestro alcance por darte todo el amor y protección del mundo y hacerte muy muy feliz. Casi tan feliz como nos vas a hacer tú a nosotros cuando te tengamos entre nuestros brazos.

Así que cada vez que alguna psicóloga o algún "amigo" me pregunta sobre si tengo dudas por culpa del color de piel que puedas tener me tengo que contener para no soltar una carcajada. TÚ eres lo importante. La piel es un atributo más, una característica más de todos nosotros, un rasgo más que nos define y nos hace diferentes de otras personas. ¿O acaso mi color de piel es como el de tu madre o como el de tu abuela? Yo soy moreno, tu madre blanquita, tu abuela cambia de color según la estación del año y nadie se escandaliza, ¿verdad? Y los que lo vean de otra forma... peor para ellos. Te daremos todos los recursos a nuestro alcance para luchar contra la lacra del racismo. Y ¡ay de quien ose atacarte por ese tipo de cosas delante nuestro!

Te queremos, seas como seas y vengas de donde vengas. Ojalá llegues pronto.

13 de julio de 2012

Nuestro último consejo en nacional



Suena así de duro pero es la realidad. El 19 hay consejo en Valencia. El 20 empezarán a llamar a las familias.

Pero el 20 estaremos reunidos con la ECAI. Coincidencias del destino. Solicitamos la reunión hace semanas. Concretaremos las patologías que asumimos en China y, si el papeleo está ok, en un par de semanas más firmaremos el contrato con ellos. Y ahí, ya no hay vuelta atrás.

Se acabó nuestro expediente de nacional. No nos vemos capacitados ni creemos responsable en la actualidad asumir patologías de los dos sitios. Y más cuando la vida, y más los hijos adoptivos, suelen venir plagados de sorpresas.

El 20 estaremos con los nervios a flor de piel. Gestionando nuestro futuro, aproximándonos a nuestro hijo. Poniendo fechas cuando nunca las hemos querido poner. Pero con el móvil en la mano, por si nos llaman de nacional. Cuando termine el día, sabremos de dónde vendrá nuestro primer hijo... y aproximadamente cuanto tiempo tardaremos en conocerlo.

Es una sensación extraña. Tantas emociones en nuestra montaña rusa particular, tanto tiempo esperando y viendo cómo son asignadas otras familias. Tantos sentimientos contradictorios en esas asignaciones... y de repente, han pasado 3 años desde que comenzamos esta aventura. Y de repente nos queda un año, no cuatro o cinco. Y los sentimientos de vértigo inundan nuestras vidas.

Sueños y pesadillas por las noches. Sueños de ambos de que nos falta un papel, de que hay problemas con el avión, de que nos cambió la vida... Miedo muchas veces, a dejar nuestra comodidad porque, sinceramente, vivimos como reyes el uno con el otro y nos conocemos como la palma de la mano. Miedo a saber si proporcionaremos a nuestro hijo todo lo que necesita, a que se vincule con nosotros, a que no nos quiera abrazar... Miedo a no saber demostrarle nuestra incondicionalidad... a cómo presentarnos el día que lo conozcamos, a qué pensará de nosotros...

Se cayeron los años de espera. Número 2 viene en camino con una fuerza arrolladora y sus papis están acojonaos pero firmes en su decisión. Ya no es la pregunta de ¿seremos padres?. Ahora es un: ¡vamos a ser padres!.

Ummm... voy a tomarme una tila...