12 de diciembre de 2013

Y cada día...os amo más

Vida mía,

Hoy hemos hecho diecinueve años juntos, nueve de casados y ha sido nuestro primer aniversario de boda como padres.

Mi corazón se hincha de felicidad cada vez que oigo reir a nuestra hija, cada vez que veo felicidad en su cara por el mero hecho de estar con nosotros en casita, por sentarnos en la alfombra del salón a jugar o ver dibujos juntos. Y sólo hay una cosa que es superior a esos sentimientos: mi inmenso amor por tí, que crece día a día, minuto a minuto.

Ver tu cara mientras observas a la pequeña disfrutar, alegrarnos juntos de los pequeños (grandes) avances de nuestro bichillo, regocijarnos con detalles que antes hubiesen pasado posiblemente inadvertidos... Es maravilloso haber formado una familia tan hermosa y me siento muy, muy afortunado de tenerte a mi lado. Gracias por acompañarme en este viaje de un sólo sentido que es la vida y darme tanto sin pedir nada a cambio. Te quiero con toda mi alma.

Hoy, diecinueve años después de cogernos de la mano y echar a andar juntos, puedo afirmar que tengo el mayor de los tesoros: mi vida es plena y me acompañan en ella mis dos amores, haciendo que todo cobre sentido.

Susana, quiero dedicar el resto de mi vida a haceros felices, a cuidar de vosotras, a ofreceros todo lo que esté a mi alcance y podáis necesitar. Ese es mi fin último, el sentido de mi existencia, lo que hace que todo esté en su sitio: lograr vuestra felicidad día a día.

Nuestro primer aniversario de bodas como padres no ha sido un día de celebraciones, sino de médicos. No ha sido un día de grandes cenas, sino de "chino a domicilio". No ha sido un día de regalos físicos, pues nuestro mayor regalo está durmiendo placidamente a nuestro lado por las noches. Hoy ha sido el día de poder contemplar tu cara, relajada después de la tensión del viaje, las citas y la documentación, mientras reías viendo las últimas ocurrencias de la pequeña LY durante la cena o mientras nos pedía salsa agridulce en su particular españochino... Y te aseguro que pese a lo atípico, me ha generado sentimientos mucho más intensos que otras celebraciones mas "ortodoxas".

Siento que nuestras vidas están mucho más unidas que hace diecinueve años, el maravilloso día que nos cogimos de la mano para no soltarla jamás. Gracias por hacer de la vida una preciosa y agradable melodía

Os quiero.

9 de diciembre de 2013

Vivir

Querida LY:

Hoy me he encontrado con esta relación de acciones que me han evocado muy buenos momentos. Creo que he vivido todos ellos, la mayor parte con tu maravillosa madre al lado, y no quería dejar de compartirlos contigo. Aunque algunos de ellos sean pequeños, no por ello son menos placenteros y satisfactorios. Al menos, a mí, me reconforta recordarlos. No los pierdas de vista, mi vida. Merece la pena vivirlos...

Enamorarse.
Reírse hasta que te duela.
Una ducha caliente.
Nadie delante de tí en el supermercado.
Un mensaje.
Escuchar la lluvia caer.
Un café caliente.
Una llamada.
Los viajes en coche.
Tener un sueño bonito.
Ganar un desafío.
Coger de la mano a alguien a quien quieres.
Oír las risas de tus hijos.
Encontrarte por la calle con un viejo conocido.
Ver amanecer.
Hacer un regalo.
Despertar y ver que aún te quedan horas para dormir.
Escuchar de manera casual a alguien que dice algo bonito sobre tí.

Eso...es vivir.

12 de noviembre de 2013

Chocolateando...

Eligiendo...

Alucinando...

Exigiendo...

Disfrutando...

Saboreando...

Paseando...

... y a casita FELIZ.

3 de noviembre de 2013

Un nuevo 3 de noviembre

Por diferentes motivos esta fecha es especial para nosotros. El año pasado por estas fechas estábamos en un camping con mucha nostalgia pensando si nos fantaría mucho para ser padres. Estaba recopilando trozos de tela para la colcha de los 100 deseos y a punto de hacer un curso para aprender a coserla que nos regaló nuestra amiga Silvia.

Nada podía hacer pensar que unos días más tarde estaríamos asignados de la niña más dulce y cariñosa que había en toda China. Nuestra LY.

Ya no pude seguir con la colcha. Ni siquiera me dio tiempo a hacer el curso y es ahora cuando puedo hacerlo con tranquilidad. La vorágine de sentimientos y de trámites adoptivos nos hicieron pasar unos meses locos. Y en marzo, LY llegó a nuestros brazos... y nos hizo padres.

Escribo esto mientras Dani juega con ella en la habitación antes de dormirla. Oigo desde el despacho sus risas, su vocabulario en aumento (desde esta semana ya dice frases de dos palabras) y sobre todo, oigo a una hija y a un padre felices a rabiar. ¡Dios mío, qué suerte hemos tenido! ¡Gracias!.








28 de octubre de 2013

Mamá... ¿pupa?

- Mamá... ¿pupa?. -LY hace el signo de dolor y me mira esta mañana con esos ojazos negros que brillan de curiosidad.-.
- Si, bebé, la mamá tiene pupa.
- ¿Pupa ahí? - dice mientras se señala la nariz.
- Si, pupa en la nariz - Le digo sin soltar el paquete de pañuelos que me acompaña a todas partes.
- ¡¡¡Ohhhhh!!! ¿Papá?
- Trabajando.

Estoy sentada en la cama, quitándome poco a poco el pijama porque me duele todo, y acordándome con admiración de todas mis amigas monoparentales. ¿Cómo lo harán en estos casos en los que te duasta hasta las pestañas?

Oigo pasitos apresurados que se alejan y que vuelven, pero sin risas. Que extraño. Levanto la mirada y descubro a LY con el cepillo del pelo. Me da una orden para que baje la cabeza. ¡Aún no me había peinado!. Con mucha suavidad, me cepilla dos veces el lado izquierdo. Luego hace lo mismo en el otro lado. Suelta el peine y se me queda mirando. De pronto sonríe y se le llena la boca diciendo: ¡Mamááááá´! mientras me hace varias veces seguidas el signo de "guapa" en la barbilla.

Yo me derrito. Mi pequeño ángel sabe que hoy no estoy al 100%. Papá no está, hoy es un día realmente complicado para él, y este pequeño bicho que aún no ha cumplido los dos años y medio me está cuidando.

Le doy una caricia y le digo con toda la ternura que una madre puede decir: ¡GRACIAS!
LY se va corriendo contenta, diciendo su mezcla chino-española de gracias. ¡Xie-xias, xie-xias!. Cada día estoy más convencida de que lleva hablándonos chino 7 meses sin que lo sepamos.

Se emociona con el gracias y en sucesivos viajes al cuarto de baño me trae más cosas. Una pastilla de jabón, mi pinza del pelo, una toalla. A cada viaje intenta hacerme algo con esos objetos. Intenta lavarme las manos con el jabón. Me seca con la toalla. Intenta ponerme mi peculiar pinza del pelo. Decido que ya es suficiente cuando viene con la piedra pómez y me señala los pies.

Hoy se deja vestir sin hacer travesuras. Se queda quietecita. Me sigue ayudando en lo que puede.
Nos vamos al médico. Cuando me llega el turno la siento en la silla de al lado y le hago el signo de que ese señor es médico, para la pupa de mi nariz. Entonces LY se le encara.

- faejàlkjeidcañlkasdaief mamá pupa dhwsoiuhqwlasdov ahí (señala su nariz). Y se sienta.

El médico y yo nos miramos. Yo me río por dentro. Ella se queda quietecita mirando toda la consulta y muriéndose de risa cuando ve que me miran por dentro la garganta, como a ella. Al volver a sentarme se tira a mis brazos y ya no se baja.

Terminados, nos metemos en el coche. Vamos a casa de la iaia, y hoy es uno de esos días en los que duele mucho dejarla. Un día que estaré en casa pero sin ella, porque no estoy en condiciones de cuidarla. Ahora mismo echando de menos sus risas y su vitalidad, con la casa vacía, con un silencio ensordecedor, que sólo se llena con mis ataques de tos...

Laura Yu, la tía Laura y el pequeño Leo.
¡¡¡Bienvenido a la familia!!!

8 de octubre de 2013

La Luna...

 

¡¡¡Mira LY!!!...

 ...le digo a mi pequeña hace unas horas antes de meternos en el coche. 
Señalo el cielo, como tantas otras veces, con
la loca esperanza de que al fin se fije.
Señalo con un dedo y le digo...

¡¡¡LA LUNA!!!

LY mira al cielo y, por primera vez, ve de verdad la luna.
Como loca comienza a correr hacia ella, intentando tocarla, intentando cogerla, mientras grita: "Unaaa, unaaa"

Yo corro detrás, la freno riendo y nuestras risas se funden. 
No cosigue tocar la luna, pero yo me llevo la mejor de las sonrisas conmigo.

Nos vamos con el coche y LY sigue la visión de la luna hasta que se pierde de vista.
A la vuelta, sale del coche disparada y mira donde se encontraba pero... ¡ya no esta!

Ohhh, que desilusión. Sigue mirando al cielo. Entramos al jardín. Se para en mitad del camino a casa y mira hacia arriba doblando el cuello todo lo que puede. 
De pronto suelta un gritito y sonríe, y me dice: "miaaa, miaaa (mira, mira)" 
y señala con un dedito el cielo.

LY acaba de descubrir las estrellas...

7 de octubre de 2013

Somos ositos...

En un ataque de responsabilidad paternal, decidimos hace unas semanas acudir a la psicóloga de adopción, IM, a la que nos hemos propuesto consultar cada seis meses más o menos. Sí, somos así. Nos ayudó mucho justo antes del viaje y siempre hemos pensado que era básico que alguien con experiencia en el mundo adoptivo nos fuera guiando en los inevitables errores que todos cometemos al ser padres primerizos.

LY está hecha un primor, pero ha pasado unas semanas muyyyyyy rebelde. Hubo una semana horrorosa en la que había más normas que cariño. Nuestra niña ya empieza a adoptarnos como padres y, por supuesto, empieza a retarnos para saber dónde están los límites.

Comienzas con una taza de leche. Juego con ella, desayunamos juntas, le doy los cereales, los pone en el cuenco. Coge la cuchara, me mira, pone cara de bicho y sin nada que avise, lanza la mano al cuenco. Se desparrama la leche, los cereales salen proyectados por las paredes y tengo colacao hasta en las cejas. LY se ríe, y yo la reprendo. Empiezo suave (ese es el error) y vuelve a hacerlo, sigue salpicando, lanzando el bol por los aires. Mi cara cambia, ahora la reprendo más fuerte. Le da igual.

En la semana siguiente, TODO, y digo TODO, se convierte en una lucha. El mando de la tele que lo lanza al suelo, traga agua y se lo tira encima mientras nos mira. Escupe la comida, nos contesta, no deja que la cojamos... hace todo lo contrario a lo que le decimos. Una de sus nuevas aficiones es ir a la caja de los juguetes, coger una caja al azar y desparramarlo todo por el salón. Luego se nega a recogerlo y monta un drama y una rabieta tremenda. Dios mío, ¿qué hemos hecho?

Luego vienen los lloros, los dramas a la hora de irse a dormir. Retrocesos en el uso del orinal y miradas cargadas de incomprensión. Además, los dos estamos más cansados y los nervios provocan que finalmente, le hablemos en el peor tono posible a nuestra peque. ¿Qué estamos haciendo?

Raudos vamos a la consulta. Dani llega primero y yo unos minutos después, con LY en el carro. LY entra triunfal en la consulta. Refugia su rostro unos momentos en el lateral del carro y poco a poco empieza a ganarse a IM. Nuestra niña tiene don de gentes. En un par de minutos, ya hay tres diagnósticos evidentes:

1. La vinculación está muy bien trabajada. Ella se siente segura a nuestro lado y nosotros la queremos como nunca hemos querido a nadie (este amor es realmente fuerte, si señor...).
2. La niña tiene carácter. Mucho carácter. Mucho. Mucho...
3. Somos ositos de peluche. Aunque tenemos claras las normas, no las empleamos ni en el momento ni con el tono apropiado.

Y es que, nos preguntamos...

¿Dónde se encuentra la frontera entre construir una buena vinculación y poner una normas muy serias?

Con todo el esfuerzo empleado... ¿lo tiraremos todo por la borda si de repente nos ponemos a reñir a LY?

¿Dejará de querernos o sentirá que este amor no es incondicional? Como evitar que crea algo así?

Las respuestas son obvias, pero necesitamos escucharlas de manos de un experto. IM nos da unos básicos consejos:
- Hacer que nos mire a la cara cuando hablamos con ella.
- No elevar el tono, jamás, pero ser muy firmes con la voz y con el rostro. Que vea que lo que está haciendo no es bien recibido.
- Procurar evitar las situaciones explosivas. Prevenir es mejor que reñir. Adelantarse a la jugada si es posible.
- Cambiar de objetivo si lo que tiene en manos LY puede causar un problema.
- Repetir las cosas tantas veces como sea necesario...

Y tranquilidad... esta etapa es típica de los 2 años y durará muchos meses.

Lo hemos puesto en práctica, y entre eso, y que ya ha comenzado a coger las rutinas de que mamá y papá trabajan pero tiene unas maravillosas abuelas a las que manipular a su antojo, pues parece que la cosa funciona. Llevamos dos semanas más tranquilos y esta semana no la hemos tenido que reñir ni una sola vez. Hemos prevenido mucho, hemos salido al aire libre lo que hemos podido, y ella se encuentra a gusto sabiendo lo que sí y no puede hacer.

Nosotros, simplemente, agotados... 

Otro día hablaré del colecho y del primer rechazo al ir a matricular a una niña que tiene un cierto grado de discapacidad...

7 de septiembre de 2013

Un vacío que acompaña...

Hace tiempo descubrí este delicioso video navegando por blogs desconocidos. No hay nada de diálogo, no es necesario. Desde el principio te sumerges en la historia y te das cuenta de que el vacío que dejan ciertas personas te acompaña en todas las etapas de tu vida. 

El vacío del abuelo de mi hija, al que echamos de menos a diario...
El vacío dejado por Marisa, la amiga de nuestra "princesa".
El vacío de no conocer ni saber nada de tus padres biológicos que acompañará a nuestra LY y a nosotros toda la vida...
El vacío de no saber por qué fuiste realmente abandonada en una caja de cartón, si te quisieron alguna vez...

Miles de preguntas que sólo tiene respuesta en la esperanza de que algún día, volvamos a encontrarnos. En la esperanza de conocer a esas personas que te dieron la vida y la dejaron en nuestras manos y poder preguntar al fin ¿Por qué...?




5 de septiembre de 2013

¿Papá y mamá? Trabajando...

Bueno, pues desgraciadamente ha llegado el momento en el que se acabaron las vacaciones, bajas mater y paternales y días festivos. Dani se incorporó a trabajar a mediados de julio y yo acabo de comenzar el lunes.

Estos casi seis meses con nuestra LY han sido maravillosos. ¿Cómo es posible querer tanto a semejante bicho inquieto? Daría gustosa mi vida por ella y por su felicidad, pondrìa la mano en el fuego para que ella no se quemara, pasaría frío y hambre con tal de que ella estuviera alimentada y abrigada...

Antes de ir a buscarla, yo pensaba... ¿Podré querer a una niña desconocida para mí? La respuesta fue evidente desde el minuto cero de estar con ella. Es imposible no enamorarse de tu hija. Siempre lo diré.

Tuvimos que esperar tantos años simplemente 
porque nuestra hija aún no había nacido.

Cada día la queremos más, a pesar de que cada día es más bicho si cabe.

Ahora, comienza otra etapa, una a la que le tenía miedo pero, como siempre, LY no deja de sorprenderos. Ahora ya no desayuna ni come con nosotros, sino con las abuelas, aunque este mes aún se echa la siesta en nuestra casa. Hemos ido preparándola para los cambios y aunque ha llorado un poco al principio, lo cierto es que por el momento se está adaptando de maravilla. ¡ Qué alegría!

La que no me adapto soy yo, en día como como hoy, por ejemplo, que la he dejado en casa de su iaia esta mañana y después del trabajo no he ido a buscarla. Estoy sola en casa y... ¡Está tan vacía...! No hay ningún ruido, no hay gritos ni risas ni lloros ni pupas ni tele ni juguetes golpeándose en el suelo. 
Echo de menos a mi pequeña, pero la vida es así. Para poder darle lo que es materialmente indispensable, tenemos que trabajar, aunque gustosa me quedaría en casa unos años para cuidarla y crecer con ella.aunque, para ser sinceros, he de reconocer que un ratito libre, un par de horas como hoy, tampoco están nada mal, pero sigo prefiriendo su follón y sus risas...

29 de agosto de 2013

The Show Must Go On

¡Sonrie! Él lo hubiera querido así...
Cariño mío, hoy es un día duro para tus papis. Hoy hace dos años que el abuelito dejo de estar con nosotros, compartiendo su sonrisa picarona, su alegría, sus chistes y sus "ideas de bombero" para hacerle barcos en miniatura a Dios y jugar interminables partidas al ajedrez con Él.

Hoy, además, llevas cinco meses y medio con nosotros. En este tiempo hemos disfrutado como nunca contigo, hemos vivido los momentos más intensos de nuestras vidas y nos has llenado de alegría y ganas de disfrutar juntos del futuro.

Hoy es, por tanto, un día de contrastes y de sentimientos encontrados. Inmensa alegría al mirarte a la cara y verte sonreir, al verte despertar de tu siesta diaria, al recibir (¡y darte!) esos maravillosos besos que nos regalas a menudo. Inmenso dolor al saber que tu abuelito no puede disfrutar del regalo que has supuesto para nuestra familia, de tus ganas de vivir y de disfrutar, de tu inocencia y de tu dulzura.

¿Pero sabes qué? Hoy hay una cosa que desestabiliza esa "balanza emocional" hacia lo positivo. Hoy hemos podido comprobar que tu abuelita, que en fechas tan duras como esta está hundida -como todos nosotros, queramos o no reconocerlo-, ha sido feliz y casi se ha olvidado de su dolor gracias a tenerte a su lado durante unas horas. Tú has conseguido que el amor le gane la partida al dolor, que la alegría le dé jaque mate a la tristeza en la peculiar partida de ajedrez que nos ha tocado jugar a todos con este revés de la vida.

Así que, amor mío, puedes sentirte muy orgullosa pues desde bien pequeña, sin saberlo, sin siquiera proponértelo... ya eres una pieza imprescindible de nuestra partida. La más importante de todas. Nuestra pequeña reina.

Gracias por este maravilloso regalo, vida mía. Te queremos con locura... y tu abuelo, esté donde esté, también.

"The Show Must Go On" (Queen)

21 de agosto de 2013

Cosas que te dice la gente

Hoy en el médico (para variar). Había una niña de unos 8 años con el brazo dolorido que tras mucho mirar a LY me pregunta:
Niña: ¿Es tu hija?
Yo: Sí, es mi hija.
Niña: anda, pues es que parece un poco china.
...
Yo: Es que su padre es chino.
Niña: Anda, ya decía yo. ¿Y tú hablas chino?
Yo: Pues la verdad es que no, pero me gustaría.
Niña: Ya...
Curiosidad sana. Respuestas satisfactorias para una niña con mente abierta. No se ha fijado en la patología de LY.

Otro día, en la piscina del camping, nos encontramos con una familia que tiene dos hijas nacías en China. La mayor de 11 años se acerca a saludar y en cuanto ve a LY se lleva las manos a la boca mientras hace un gesto y sonido de aprehensión.
Niña: Dios!!! ¿Qué le ha pasado en la oreja?
Yo: Pues que aún no le ha crecido.
Niña: (con más gestos de tiricia  y aaprensión)... Entonces... ¿No se la habéis cortado vosotros?
La pobre pensaba que habíamos castigado a LY cortándole una oreja, como a los toros. 

La semana pasada en Mercadona. LY en el carrito sentada mirándolo todo e intentando meterlo en el carro cuando no miro. Se acerca un desconocido y, directamente, se pone a tocarle la oreja a mi hija.
Descconocido: Uy, le falta la orejita, ¿Qué le ha pasado?
Yo: umm
Estuve a punto de tocarle los huevos y preguntarle... "Uy, no los encuentro, ¿Te ha pasado algo?
Vamos a ver, LY aún no es consciente de su patología y viene un desconocido a tocarle la...  Desde ese día LY se toca a veces la oreja y cuando juega a médicos, ya no se pone el termómetro en ese oído. 

Un abuelo en la calle, amigo de mi padre. El iaio presenta orgullosísimo a su nieta al abuelo que conoce. El abuelo mira a LY y le suelta: umm, ésta ya está espumá.

¿Es que mi hija es un cocido?

En la piscina de unos amigos. Son las 9 de la noche y bajamos a darnos un baño para refrescarnos. Una madre con dos hijos (que ni siquiera era de la urbanización) comienza a pinchar a los hijos para que pregunten datos de LY. La mujer se queda todo el tiempo de nuestro baño y recoge al mismo tiempo que nosotros nos vamos. Mientras tanto, ha estado atenta a todo el "cotilleo" y a nuestra charla haciéndonos pasar un rato incómodo. ¿Habría hecho lo mimo de no tener LY rasgos asiáticos?

El marido de una amiga al conocer a LY:
- ¡Qué guapa! Si es que los chinos de pequeños son muy guapos. Luego ya, pues crecen...





8 de agosto de 2013

Que aburrida era la vida sin LY...

Nuestro pequeño trocito de jade continúa creciendo. Está cambiando por momentos. Su cara es más redonda, la nariz es más grande, el perímetro craneal ha aumentado más de un centímetro y curiosamente ya no tiene la cabeza plana, ha engordado cerca de dos kilos, crecido 6 centímetros y aumentado dos tallas de pie... En tan sólo cuatro meses. Una auténtica proeza. A veces me la quedo mirando sin reconocer a la criatura que recogimos en China, pero le miro la oreja y digo: sí, es ella, jeje.

Le encantan las verduras y sobre todo la comida del chino. Ya no toma biberón por la mañana pues desayuna en un cuenco con cereales. Le encanta el ketchup. Ya no duerme la siesta de por la mañana pero en cambio, duerme por la tarde una siesta de casi tres horas. Eso sí, dormirse por la noche nos lleva cerca de una hora, pues no parece tener sueño. Se duerme muy tarde aunque espero que eso cambie a partir de septiembre. Sabe ponerse sola los zapatos, come sola (aunque a veces pide que se lo demos), y sigue siendo igual de bicho que al principio. ¡O más!.

Lo pilla todo ala primera. Sólo necesita verlo una sola vez y ya lo imita todo. Sabe quitar el cerrojo de la puerta de la escalera (ahhhhh!!!) descuelga el teléfono, le encantan los libros, disfruta con la piscina aunque se pegue un resbalón y trague agua, juega con los gatos y les da de comer por la mañana, ayuda a poner la lavadora, se sube sola a las sillas y al sofá (otro ahhhhhhh!!!) y ya se comunica con nosotros en lengua de signos de manera asombrosa.

Ha aprendido a dar saltos en el aire con las dos piernas y ha bajado el número de coscorrones diarios de unos 15 a 3 o 4 al día. Eso sí, coscorrones estos últimos bestiales. Ha perdido otra uña con otra puerta y ha aprendido a ponerse ella sola una tirita. Pero, porque siempre hay un pero, tenemos problemas con las pesadillas.

Fue al poquito de llegar a España cuando comenzaron las pesadillas. Lloros y sollozos que le salían de dentro y que no hayaban consuelo más que nuestras caricias y tiernas palabras. Y aunque el número de pesadillas ha bajado considerablemente, no hay noche en que no tenga una o dos de esas. Ahora mismo, antes de ponerme a escribir, he notado movimiento, la he iluminado tenuemente y he visto como ponía un gesto de dolor en la cara, abría la boca y dejaba salir un hondo quejido. La cabeza sudada y el cuerpo inquieto.

Seguimos con el colecho y nos alegramos enormemente, pues en estos momentos puedo tocarla, acariciarla y calmarla. No llega a despertarse de sus pesadillas pero se calma en pocos segundos... Hasta que la pesadilla retorna. ¿Con qué sueña mi niña? ¿Qué le produce tanto sufrimiento? Ojalá tuviera una varita para ver sus sueños y poder ayudar en la raíz del problema.

Por el momento, los momentos previos a intentar dormirla son felices. Los tres en la cama le hacemos cosquillas, nos cubrimos de besos. Ella nos quita las gafas (que rabia le dan) y jugamos a hacerle cosquillas. LY juega a tirarse para atrás, con los coscorrones correspondientes con el cabezal de la cama. Le ponemos el pijama, le cambiamos el pañal ( el orinal vuelve a ser una fuente de disgusto así que ni se lo enseño) y dulcemente le cantamos un canción. A veces incluso, hasta funciona...

17 de julio de 2013

Cuatro meses con olor a Nenuco

Hoy hace exactamente 4 meses que nuestra pequeña LY es parte inseparable de nuestras vidas. Nuestro pequeño milagro huele a colonia Nenuco, con esa fragancia penetrante y dulce que hace que viajemos en el tiempo a cuando nosotros mismos éramos niños y, tras el baño relajante, nos rociaban con ese aroma inalterable pese al transcurrir de los años.

Estos cuatro meses, intensos como ellos solos, nos han permitido establecer el comienzo de un vínculo maravilloso con nuestra hija. Un vínculo que se ha visto reforzado por las adversidades en las que nos hemos mantenido unidos y hemos estado a su lado en todo momento, de manera que cada vez que LY levantaba la vista nos encontraba y cuando comenzaba a expresar una necesidad, ya estábamos ahí para cubrirla.

A fecha de hoy, 17 de Julio, podemos afirmar con plenas garantías de no estar equivocados que nuestro tesoro es feliz. Es una niña alegre, juguetona, sonriente, besucona y mimosa, además de dura y resistente como ella sola.

A nivel físico, la pequeña ha dado un cambio enorme con respecto a la niñita que nos entregaron cuatro meses atrás, pero a nivel afectivo la cosa no queda atrás. Escuchar su risa es uno de los mayores placeres que he tenido oportunidad de disfrutar en mi vida. Casi tan grande como el que se siente cuando te despierta o te da las buenas noches con besitos y abrazos...

Durante estos meses ha ido creciendo en nosotros un enorme amor por ella, un sentimiento tan grande y poderoso que hace que diésemos cualquier cosa por evitarle todo tipo de sufrimiento. Hoy por hoy no sabríamos vivir sin tenerla con nosotros. Es nuestra hija, lo más grande que podía sucedernos.

Y por encima de nuestros sentimientos, están los de LY. Día tras día vemos reflejado ese mismo amor que nosotros sentimos por ella en su corazoncito. LY nos quiere y se siente segura con nosotros. No sé si a fecha de hoy nos considerará sus padres, unos "cuidadores majetes" o simplemente "esos señores que me dan de comer, me bañan y juegan conmigo cada día", pero tengo claro que nos quiere y mucho. Sus besos son profundos y sentidos, al igual que su lloro las (pocas) veces que le echamos la bronca para evitar que se haga daño con algo peligroso. Y saber que nuestra hija nos quiere es maravilloso, nos llame como nos llame.

Quizás LY tenga algún día un hermanito o hermanita, eso sólo Dios lo sabe (al igual que su procedencia), pero mientras llega tengo claro lo que quiero: disfrutar cada día de nuestra pequeña como si acabara de llegar a la familia, como disfrutamos de ella el día de la asignación, el día en el que nos la entregaron y durmió plácidamente entre nuestros brazos por primera vez.

Mi vida con Susana ha sido plena y me he considerado enormemente afortunado desde que la conocí, pero siento que con la llegada de nuestra hija, nuestra vida como familia se ha enriquecido de una manera formidable. Nuestra familia, pese a seguir en fase de construcción, está muchísimo más completa. Esta "enana" nos ha conquistado el corazón.

Por último, hoy no quiero dejar pasar el día sin recordar a varias personas:
  • Al abuelito, que (no me cabe duda) nos guía y nos cuida allá donde quiera que esté. Me apena saber lo que se está perdiendo y lo mucho que hubiera disfrutado con la risa y las carantoñas de LY, pero al menos lo hace la abuelita por él y sé que estaría orgullosísimo de su nietita.
  • A nuestras familias, por acompañarnos en esta aventura pese a no entender en ocasiones el aluvión de información que les dábamos. Seguro que más de una vez pensaron que nos habíamos vuelto locos, pero su apoyo firme, acudiendo incluso a cursos de formación adoptiva con nosotros, nos dió las fuerzas necesarias para seguir adelante.
  • A las personas que encontramos en este arduo camino de la adopción y que hoy son ya nuestros amigos. Gente maravillosa, con tremenda empatía y capacidad de superación. Gente que ha demostrado que sabe estar a las duras y a las maduras y que nos ha apoyado en todo momento, de forma incondicional.
  • A los cuidadores del orfanato donde estuvo la peque y a toda la gente que tuvo en su vida durante sus primeros dos años de vida, pues dejaron una huella imborrable en ella y a juzgar por su estado físico y afectivo, la cuidaron a la perfección. 
  • A los médicos y profesionales que nos acompañaron antes de la llegada de LY y a los que lo están haciendo ahora que está aquí con nosotros. Las decisiones son siempre más fáciles cuando alguien con la experiencia y conocimiento suficientes te permite entrever el camino.
  • A la gente de asociaciones a las que ni siquiera pertenecemos de forma "oficial" que nos ayudaron durante los meses previos a la llegada de LY, haciendo que trámites complejos se convirtieran en algo sencillo, casi mágico. Sin ellos, posiblemente la llegada de nuestra hija se habría retrasado varios meses.  
  • A Dios, que nos ha permitido alcanzar nuestro sueño de la forma más increible y maravillosa que podríamos haber soñado jamás, llenando nuestras vidas de gozo.
Nuestro agradecimiento eterno a todas estas personas y a muchas que nos dejamos en el tintero por el cansancio (¡bendito cansancio!) que tengo a estas horas de la noche por culpa de LY. Ojalá algún día podamos devolverles todo lo que hicieron por nosotros de una manera u otra, pues nuestra hija es también un poquito de ellos.

17 de Julio. Cuatro meses con olor a Nenuco. La familia crece y nosotros rebosamos felicidad. Casi no me lo puedo ni creer. LY duerme relajada en la cama junto a mamá y yo, en cuanto pinche en "Publicar" me tumbaré a su lado, miraré esa preciosa carita y dormiré con el corazón irradiando felicidad por los cuatro costados. Gracias, Dios mío. Gracias.

3 de julio de 2013

Tres pequeños pero grandes avances...

El primero, el anecdótico... o no.
Esta tarde, Dani y yo jugábamos con LY en la alfombra del comedor. De repente nos mira, sale corriendo, agarra el orinal, lo planta en nuestras narices, se sienta y al cabo de unos segundos... shshshhhhhhhh... chorrito al canto. ¡¡¡Pero si no le hemos enseñado nunca!!!
La primera reflexión que me ha venido a la mente es que ya venía aprendida del orfanato de China, pero la segunda reflexión me da escalofríos. Si ya sabía hacerlo... ¿Por qué ha tardado más de 3 meses en demostrárnoslo? ¿es ahora cuando realmente se siente segura para hacerlo?

Segundo avance, el evolutivo.
LY siempre ha tenido un apego muy inseguro, que hacía que se fuera en brazos del primero que llegaba a casa. Pero desde hace unas semanas, cada vez que viene alguien a casa o vamos a casa de otra persona, LY se agarra a nosotros y no nos suelta en un rato. Si es con Dani, luego además hay un periodo de hipervigilancia. No le quita el ojo de encima y siempre lo tiene controlado. Pasado un tiempo, se va soltando y vuelve a ser la LY de siempre. Creo que este apego ya empieza a ser más seguro y por fín, LY empieza a adoptarnos. El vínculo se va formando y, sinceramente, la vemos feliz a rabiar, y tremendamente cariñosa y besucona.

Tercer avance, la piscina.
LY acaba de superar una neumonía. La verdad es que lo hemos pasado realmente mal. Ver cómo intentaba respirar fatigosamente, cómo le subía la fiebre hasta 40'3 y no bajaba ni con una baño de agua, sufrir los cinco días de fiebre no alta, altísima, esas noches sin dormir tocándole la frente, porque nuestra peque en apenas media hora pasa de tener febrícula a tener que salir pitando para el hospital. Pues eso, superada por fin la neumonía gracias a las doctoras, los cariños y vigilancia de su papi, a no salir de casa en dos semanas y a quedarnos sin cumpleaños del iaio y sin comidas con amigos, hoy por fin la peque se ha dado el primer baño en la piscina de casa.
Tener a este bichito llenando por fin tu piscina es muy gratificante, pero eso sí, ya estamos buscando clases de natación porque es muy temeraria. Se ha recorrido toda la parte infantil ella sola, se ha metido en el agua sin miedo y a los 5 minutos ya pedía irse a la piscina grande. Miedo nos da nuestra niña. Es capaz de tirarse al agua sin vigilancia. Afortunadamente hace años que papi le fabricó la valla de seguridad con una puerta con un buen candado, pero nos quedaremos más tranquilos cuando aprenda a "flotar" y a salir ella sola de la piscina.


Y... más anécdotas? con esto de la neumonía, cada mañana la despertaba al ponerle la mano en su frente y al encender el termómetro. Ahora que ya está bien no lo hacemos, pero es ella la que por la mañana, se acerca a mi lado, me pone su manita en mi frente, saca el termómtro de su funda y me lo pasa por la frente. Luego sonríe, chapurrea algo en un idioma desconocido y me da unas palmaditas como diciendo: ¡ale, levanta de la cama que ya estás buena!. ¿Es o no es un bicho?


El abrazo nocturno

Sucedió hace dos noches. LY estaba en la cama entre nosotros, disfrutando de este maravilloso e incomprendido colecho. Nos miraba a los dos con una sonrisa en la cara mientras nos lanzaba besitos y ponía morritos para que nos la comiéramos enterita. Y por primera vez, entre caricia y caricia, besos y achuchones, LY se puso encima mía, tumbada encima de mi pecho con los ojos cerrados.

Fueron sólo dos minutos, pero... ¡Qué dos minutos! No pude evitar llorar de felicidad.

Este bichito que ha llegado a nuestras vidas y que lo ha puesto todo patas arriba, que nos agota, nos consume, nos alegra, nos preocupa y nos da vida...

18 de junio de 2013

Tres meses juntos




Imposible ser más felices...

Nuestra pequeña LY es feliz. Lo dice nuestra familia, los amigos que la ven cada cierto tiempo... pero sobre todo, lo leemos en sus ojos. Se despierta riéndose, preparando alguna de las suyas, porque es muy pero que muy bicho. Nos regala sonrisas por nada, nos da besos y los pide. Le encanta que la abracen y le encanta abrazar. Sigue creciendo en estatura, y además empieza a entendernos. Es capaz de decirnos oraciones de tres palabras en lengua de signos mientras parlotea un idioma que aún somos incapaces de descifrar.

Pero sobre todo, va creciendo el vínculo entre los tres. Sobre todo, el vínculo con papi, que está felizmente agotado y orgulloso con parte de la baja maternal que ha podido coger. LY se derrite en sus brazos. Es a él a quien busca cada mañana. Dani es quien le prepara el desayuno todos los días, quien la saca a pasear y jugar, quien la lleva de visitas y a los médicos. Bendita baja. No se quien es más feliz de los dos, y eso me llena de orgullo.

Y este vínculo se va haciendo más y más intenso. LY ya no se va a los brazos de cualquiera, sino que espera un poco en brazos de sus papis y luego ya se abre a todo el mundo, o ahora cuando está pachucha, ya no quiere ninguna visita en casa. Le molestan hasta los iaios y sólo quiere nuestros brazos (los de Dani con preferencia). Y ya está más tranquila en las visitas a médicos y no se pone a llorar, aunque nos agarra con fuerza del cuello. LY crece en amor y felicidad cada día.

Nuestra pequeña princesa de ojos negros que vino desde tan lejos... ¡¡¡Bendito hilo verde!!!

9 de junio de 2013

4 segundos...

4 segundos es el tiempo máximo que una niña de dos años recién cumplidos, es capaz de estar sin vigilancia directa. Al segundo 5, ya el silencio de la casa es demasiado insoportable y LY ha hecho alguna de las suyas.

Meter la mano en el bebedero de los gatos y luego chuparse la mano o la manga del jersey ( podemos estar juntos tres horas y pasar delante del bebedero y no le hace caso. Ahora, en cuanto la vigilancia decrece, parece un imán para ella).

Sentarse en el bebedero de los gatos. Esta variedad es más divertida si lleva unos pañales 3D secos. Es entonces cuando te das cuenta de por qué lo llaman 3D.

Tirar el móvil al bebedero de los gatos.

Subir las escaleras sin vigilancia. Por ahora hasta el sexto escalón, aunque por fín hemos instalado las barreras para que no suba... ¡ni baje!.

Meterse entre las ventanas correderas del salón y la reja del jardín, como si fuera Spiderman. La versión actual es, además, cerrar las ventanas correderas desde fuera y quedarse atrapada.

Trepar por la puerta de la cocina de casa de los abuelos, que tiene 8 huecos de cristalera. Como han retirado los cristales, LY descubrió una nueva experiencia: trepar hasta el techo en vertical como si fuera una alpinista... pero sin cuerdas.

Apretar el zumo de por las tardes para mancharse el jersey. Mola más si hay visitas.

Beber de cualquier biberón que no sea el suyo, o apropiarse del chupete de su amiguito cuando en casa ella ni los quiere, pero ya se sabe, culo veo culo deseo.

Moriiiiirse de celos si le damos un beso a su "pimita". Es entonces cuando repite por lo bajito "no, no, no..." mientras separa a la prima de nuestros brazos. Por supuesto, la primita sigue en nuestros brazos pero la incluímos a ella en los besuqueos.

Agarrar al gato del cuello y darle besitos como si fuera un bebé mientras miramos asqueados con la boca abierta. También lo arrastra por el salón hasta que el pobre gato sale despavorido. Tiene su punto de gracia pues el gato se llama "chinito" desde que lo tenemos hace ya 6 años, y ahora el Chinito huye despavorido ante la presencia de la China.

Tirar del rabo a la perra grande, o darle de comer cuando "no vemos".

Volcar el agua de la botellita encima de la mesa de la trona y luego palmotear encima y salpicarse entera. Menos mal que hace calor y no se enfría.

Quitarle el pañal y hacerse pis antes de ponerle el siguiente.

Peinar a los animales con su propio peine y luego intentar peinarse ella (directamente, el peine ya se queda para uso de los bichos).

Girar la cabeza al llamarla si ponemos voz dulce diciendo que hay comida, pero ignorarnos y hacerse la sorda cuando la llamamos con voz no tan dulce porque está haciendo una trastada.

Esconderse en el armario y cerrar las puertas desde dentro para que juguemos con ella al escondite. Esto lo considero de infarto porque lo hace con nosotros con la puerta cerrada de la habitación y de repente: "la niña no está". Y aunque la llames y la llames, ella no responde. Al abrir la puerta del armario ella se muere de risa, pero yo estoy para que me dé algo. Imagínate cuando le de por jugar en toda la casa a esconderse...

Estar sentada en la cama tranquilita y de repente, ponerse en pie y comenzar a correr por el colchón, mientras tú sabes que es imposible controlar los tres lados de la cama al mismo tiempo.


Decir NO NO NO NO NO cuando el cura intenta bautizarla, y arrancar un mechón del cabello de su tía cuando intentó ponerla en posición de que le cayera el agua en la cabeza (por poco acaba bautizándose la madrina en vez de la niña).

Y un largo etc que ocurre generalmente en nuestra presencia a Dios gracias.



Y por supuesto, viene el turno de los accidentes domésticos. Ya me dijeron en el trabajo que una persona no es padre si no hace la triada: que se te caiga de la cama, de los brazos y del sofá. Por el momento, falta la versión del sofá, y he pensado en comprar una alfombra bien gordota aunque sea pleno verano para evitar males mayores. Por el momento, ya se sube sola al sofá y se pone de pie para darle al botón de la luz.

En este turno de accidentes, hemos acabado con un gran coscorrón en la cabeza que la llevó a urgencias y que tuvo como consecuencia que su papi y yo nos turnáramos para vigilarla y despertarla cada hora por la noche. Al día siguiente, a 50 centímetros de mí y sin que me diera tiempo literal a reaccionar, pilló la puerta de la cocina con tope para puertas y consiguió cerrar la puerta de un portazo... "con el dedito atrapado en la parte de las bisagras". Creí que al abrir la puerta ya no tendría dedo, pero afortunadamente sólo perdió una uña. Ale, corriendo de nuevo a urgencias.

El dedito ahora lo lleva vendadito y con curas diarias en el centro de salud. Nada más llegar a casa volvió a pegarle un portazo a la puerta de la cocina como si nada hubiera pasado. La pediatra nos recetó antibiótico para evitar infecciones. ¡¡¡¿¿¿penicilina???!!! Ahí fuí corriendo a pedirle a la pediatra que le recetara algo que no tuviera penicilina porque yo soy alérgica. La cuestión, como me dijo, es si era alérgica o no su madre biológica. Mierda!. Es que se me olvida que no la llevé en la tripa sino un poco más arriba.

De todas maneras, y visto que la pequebicho es muy movida y le pasan cosas, acabé rogándole a Dani que le diéramos el antibiótico a las puertas de urgencias del hospital (que está a un paso de casa) por si tenía alergia. Y bueno, pues LY no es alérgica, menos mal.

Así que ya se acabó. No se puede limpiar la casa porque hay que estar con ella y disrutar cada segundo que podamos de su niñez. Hemos vuelto a contratar a alguien que nos ayude porque no podíamos más. Y estamos encantados.

Mientras, nuestra pequeña crece. Ya no gasta la talla de 12 meses de pantalón, sino la de 18. Su cara es más redonda, las muñecas rechonchonas, tiene algo de pancita y unos muslos para comérselos. Pero lo mejor... se la ve feliz, muy feliz, y totalmente encariñada con su padre, al que adora.


2 de junio de 2013

Magia

Fotografía: Vicenta Borja


Magia es acostarse y ver tu cara dulce y relajada descansando entre las nuestras.
Magia es que con tus manitas cojas nuestras caras y las acerques a la tuya para que te demos un beso.
Magia es despertarse por las mañanas con una de tus sonrisas mientras nos traes las gafas.
Magia es verte reir a carcajadas hasta con la más mínima gracia que podamos hacerte.
Magia es ver brillar los ojos de todos los que te rodean por el mero hecho de tenerte cerca.
Magia es observarte mientras juegas a las "cocinitas" o a perseguir al gato con cara de pilla.
Magia es verte devorar la comida que acercamos a tu boca mientras pones cara de deleite.
Magia es disfrutarte todos los días en algo que, de tan lindo, parece un sueño irreal.
Magia es superar el cansancio, el sueño, el hambre o la sed con tal de darte a tí descanso, comida o bebida.
Magia es tenerte aquí, con nosotros, dejando atrás la dura espera, la lucha incesante, los malos momentos.
Magia es que esta "luna de miel" esté siendo tan larga y tan dulce.
Magia es que sólo tengas dos añitos recién cumplidos y ya seas una personita maravillosa, con una energía desbordante, un carisma arrollador y una mente curiosa y espabilada.
Magia es lo que nos gustaría hacer para que los que ya no están pudieran disfrutarte, aunque solo fuera un momento.

Magia...eres tú, querida LY.

Feliz cumpleaños, princesa


9 de mayo de 2013

La cosa va de mocos

Pues sí, llevo tiempo pensando en la próxima entrada que iba a escribir. Tengo claras muchas ideas, una carta especial para mi hija, un resumen de sus avances médicos, el primer seguimiento post-adoptivo... pero es que este tema me ha parecido que debía expulsarlo. Los mocos deben irse fuera y para qué negarlo..

Los niños vienen con un pan bajo el brazo... pero también con mocos

Convertirse en padres después de tantos años de dudas, deseos, entrevistas y un largo etc. no te prepara para una húmeda realidad. La maravillosa niña que acaban de depositar en tus brazos a 12.000 Km de tu casa está resfriada y tiene mocos. ¡Como todo buen hijo de vecino!. Y tu madre no está cerca para darte consejos, ni siquiera vía Skype.

En ese momento de la entrega ni ves sus moquitos, ni escuchas su respiración algo fatigosa. Hay tantas cosas y sentimientos agolpados que lo más importante es que ese primer encuentro sea tan espectacular, dulce y tranquilo como finalmente acabó siéndolo, porque quieres tener un buen cominezo y quieres saborear cada momento. ¡¡¡Y vaya si lo saboreé!!!.

Ya en la cama la primera noche, LY empezó a tocarse la naricilla.El calor de la calefacción del hotel nos secaba a todos la garganta y las mucosas, y mi pobre niña, resfriadilla, buscaba consuelo intentando ella misma limpiarse con el dedillo la nariz (como todo buen hijo de vecino, repito). Pero: ¡ah! ¡tenemos un problema! LY tiene la nariz tan chatita que literalmente el dedito se quedaba en la entrada del orificio y no cabía más. ¡Qué desesperación! Veíamos los moquillos resecos a unos milímetros y no podíamos quitárselos. La guía, muy amablemente nos dijo: "madres españolas siempre uñas cortas. Eso mal. Uñas deben ser largas para ayudar a sacar los moquitos de niño".

Manda huevos que tenga que ir a China para que me informen de este hecho. Con lo bien preparadas que llevaba las maletas con todo repasado y requetepensado, y va y se me ocurre cortarme las uñas antes del viaje. ¿Pero es que esta guía no se da cuenta de que las mamis llevamos las uñas bien cortitas por miedo a pegarles un arañazo sin querer?

Así pasó LY sus primeras noches. Yo le masajeaba la nariz, teatralmente su padre y yo hacíamos como si nos sonáramos para ver si ella nos imitaba, con un palillo de los oídos mojaba los algodoncitos y humedecía los moquitos secos para ver si era más fácil expulsarlos. Pero nada. Al tercer día, harta de ver que ella sufría y que nosotros teníamos un sacamocos en la maleta que no queríamos utilizar por no crearle un trauma, nos armamos de valor y comenzamos la faena.

SACAMOCOS-1: ALIAS "EL ASPIRADOR INFERNAL"
El Sacamocos-1 era un modelo parecido a este:

Imagínate la escena. Estás en pleno proceso de vinculación, hablas dulcemente por las mañanas a tu niña, masajeas su cuerpo con cariño, intentas que no se ponga nerviosa, que coma con tranquilidad, y de repente, sacas un tubo de plástico, te pones un extremo en la boca y el otro en un orificio nasal de la criatura y aspiras. ¡Puaj! La imagen fue parecida a esta:


Pero con una graaaaan diferencia. LY pesa 6 kilos más que el bebé de la foto, tiene una fuerza increíble en las manos, para ella eres una extraña, y vé que te acercas con un artilugio extraño a su nariz mientras dices: shhhhh, tranquiiiiilaaa, no pasa naaaaada.

Por supueto que le daba pavor. Además, hay que tapar un orificio mientras absorves por el otro, al tiempo que controlas la cabeza que va de un lado para el otro como la niña del Exorcista al tiempo que con sus manos intenta quitárselo y de regalo te suelta patadas con los pies. Al final, el padre y la madre acaban haciendo un placaje a la criatura, inmovilizando dos pies, dos manos, una cabeza y un orificio nasal, con caras medio sonrientes para aparentar tranquilidad (JA) y que lo que le estamos haciendo es lo mejor del mundo mundial. De verdad que no sé cómo nuestra hija nos sigue queriendo.

El artilugio consta de una boquilla nasal desechable que tiene un espumillón que atrapa los mocos y de esa manera, no se los traga el adulto. Doy fé de que por muy líquidos que sean, los mocos se quedan ahí, pero... ¡ay amigo!... los virus y bacterias no se quedan en el algodoncillo, y tras dos días liberando la nariz de mi hija de sus moquillos, me empezó a doler la garganta a mí. Y por supuesto, un par de días después cayó su padre en las mismas circunstancias. Un horror, la verdad. Encima es necesario poseer una buena capacidad pulmonar para una succión contínua pero no muy fuerte para no hacerle daño en los capilares. Dios!!! Esto no lo daban en el cursillo de preparación de Consellería ni para la idoneidad!!!

Ya en España y comentando con mi hermana el caso del mar sabor de boca que se queda tras usar el sacamocos y el dolor posterior de garganta cada vez que ayudo a LY a respirar, amablemente me dedicó unas dulces palabras:

-  ¡pero serás pava...! ¿No te dí el sacamocos eléctrico de tu sobrina para que lo usaras? Si es que de donde no hay...

Mi hermana es la madrina de mi hija y además le hemos puesto a LY su nombre en su honor. De verdad que nos queremos aunque nuestras frases a veces sean lapidarias. Hoy en día, LY corre a los brazos de su tía en cuanto la ve y casi casi roza la idolatría. Pero esperamos que no saque su carácter...

SACAMOCOS-2: VETE A COMPRAR PILAS...
El sacamocos-2 es el eléctrico, y es como éste:
 Consta de un pequeño motor que aspira en dos velocidades de potencia creciente y tres boquillas con diferente diámetro para diferentes orificios nasales y consistencia moquil. En el caso de LY, velocidad 1 para pasar gradualmente al 2, que es más fuerte, con boquilla mediana que tuvimos que cambiar a la pequeña, la de bebé, porque no le entraba en la rariz.

Ventajas: no te tragas los virus de tu hija. Sale más económico a la larga porque no es necesario comprar boquillas desechables. Saca mejor los mocos.

Incovenientes: Es caro al principio, limpiarlo da asquito, los mocos sólo salen si son muy húmedos y además, vibra de manera exagerada y el ruido que hace, acaba asustando aún más a LY que el sacamocos-1 aspirador. Además, necesitas aproximarte mucho a su espacio vital para usarlo y no sabes cómo manejar a una niña de menos de dos años que parece que tenga más miembros que un pulpo.

Y otro inconveniente: cuando has terminado de utilizarlo, los lloros de tu hija son tan dramáticos, que crea nuevos mocos, con lo cual es un círculo vicioso del que nunca sales.

Así que volvimos a la versión 1 hasta que Dani en el Toy'sRus o como diantres se escriba, metió en la cesta de las cosas imprescindibles un nuevo modelo.

SACAMOCOS-3: LA PERA LIMONERA
Un Goya deberían de dar a quien ha patentado esta sencilla solución. De boquilla ancha, aprietas la pera, la acercas a la nariz, sueltas la pera y: TACHÁN!!! Todo el aire que entra en la pera, arrastra consigo mucosidad seca o no. Literalmente, necesitas estar con un par de klinex al lado porque salen hasta mocos de la garganta y la niña de repente, respira que te cagas. Le dió impresión sólo las dos primeras veces. Ahora LY lo coge y se lo pone ELLA SOLA en la nariz cuando le cuesta respirar, aunque aún no sabe cómo usarlo.
Ventajas: Sólo cuesta 4'95 euros y es eterno. No da impresión. Le resulta divertido. Es rápido y poco dramático. Se puede acabar convirtiendo en un juego.

Inconvenientes: no se puede usar en bebés porque los capilares nasales son demasiado finos. Limpiarlo sigue dando asquito y hay que hervirlo cada noche.

Yo lo tengo claro, me quedo con la versión pera que es la que saca más mocos, es la más barata y encima la que no le da miedo. Y debo avisar que su uso es contínuo, porque a día de hoy, y va para dos meses de su adopción, la niña sigue teniendo moquitos que según la pediatra, "se irán cuando llegue el calor".

Estoy deseando que llegue ese momento. Mientras, dejo una fotillo de nuestra peque. Al fin y al cabo, los moquitos son sólo una anécdota más en el día a día con nuestra pequeña Godzilla. ¿Cómo era la vida antes de LY? Ah, sí, no me resfriaba tanto...


5 de mayo de 2013

Mi primer cumpleaños como padre

Hoy ha sido un día especial: mi primer cumpleaños como padre, el primero con LY en casa, junto a nosotros. No hemos hecho una gran celebración, no nos hemos juntado toda la familia (lo haremos mañana, día de la madre, y matamos dos pájaros de un tiro), ni hemos tenido tarta "al uso". No es necesario. Tengo absolutamente todo lo que necesito para ser inmensamente feliz.

El día ha comenzado con la peque trayéndome las gafas de su madre a las siete y media de la mañana para despertarme, como diciéndome "papá, ponte los ojos y vamos a jugar...". Pese al madrugón, me he levantado con la sonrisa en la cara. ¡Qué forma más bonita de comenzar el día de mi cumpleaños!

La mañana la hemos pasado haciendo alguna compra de última hora para la celebración del domingo. En otra ocasión, pasar una mañana haciendo compras o mirando tiendas habría sido un incordio, pero... esta vez es diferente. Ver a LY mirándolo todo con curiosidad, corriendo por las tiendas de un lado a otro, tocándolo todo, disfrutando y saboreando cada momento... La vida ha cambiado, sí, pero infinitamente a mejor.

Al mediodía hemos comido los tres con mi madre. Comida con aires del país vasco que, además de satisfacer el estómago, me han hecho añorar aún más si cabe a mi padre. ¡Cuánto hubiera disfrutado hoy, entre pimientos del piquillo, los pintxos de morcilla de burgos, el choricillo a la sidra y el chuletón de kilo mientras su nieta jugaba de brazo en brazo! Uff, cuánto te echo de menos, papá. Ojalá nos hayas podido ver y hayas podido disfrutar de este ratito tanto como lo hemos hecho nosotros... Lágrimas ocultas en mi interior honran hoy tu memoria.

Por la tarde, después de una siesta reparadora, festival en el cole de Susana. Los niños de su clase diciendo lo guapa que era la peque y preguntándonos cosas sobre ella, los compañeros dándonos la enhorabuena y jugando con la niña... LY ha disfrutado de la parte bonita del colegio sin las obligaciones que conlleva (ya le tocará), saltando de silla en silla y correteando por el patio con cara de pilla.

Por último, cenita en casa (algo de comida rápida, que estamos todos cansados) y dentro de nada a la cama a descansar, que mañana es un día de emociones con la familia.

Mientras tanto, durante todo el día ha habido un goteo incesante de llamadas, mensajes por whatsapp, sms y facebook... Tener tantos y tan buenos amigos es un verdadero tesoro. Me siento verdaderamente afortunado de estar rodeado de tan grandes personas. Es genial sentir que no estás solo en el mundo, que no eres una piedra en medio del océano, sino un grano de arena en la playa, cálida y rodeado de otros pequeños granitos de arena como tú que te arropan...

Así que, pese a no haber tenido un cumpleaños "tradicional", pese a no haber tenido tarta, pese a no habernos juntado todos en casa... he tenido uno de los mejores cumpleaños que recuerdo. Porque somos tres, porque soy padre, porque tengo una familia y unos amigos maravillosos, porque soy feliz y porque la vida me está regalando una etapa verdaderamente increible y la suerte de poder vivirla de forma intensa, vibrante y dulce.

Y respetando las opiniones y creencias de todo el mundo, yo también tengo las mías, así que quiero dar gracias a Dios por estos momentos de felicidad plena. Lo tengo todo, soy feliz y hace ya mucho tiempo que me convencí de que la casualidad no existe, que la suerte se la busca uno y que el destino no está escrito. La Providencia guía nuestras vidas y a nosotros nos está llenando, creo incluso que sin merecerlo, de todos los bienes que uno puede desear. Sea como fuere, gracias, mil gracias por permitirnos ser tan felices.

4 de mayo de 2013

Mi pequeña colibrí



¡¡¡Como un colibrí!!!

Así notaba yo los latidos de LY la primera noche que pasamos juntos. Esa maravillosa noche en la que el mejor de los mejores sueños se hacía realidad viendo la dulce cara de nuestra hija tumbada entre los dos en la cama, agarrando con cada mano a su padre y a mí al mismo tiempo.
No había sensación de miedo en su cara. Ni tampoco sudaba... sólo dejó de hacernos caso ya de noche cuando después de muchas risas y sonrisas el sueño la venció.

Con un miedo atroz a tocarla, pues me ponía en su lugar y pensaba en la desorientación que tendría al día siguiente cuando viera a "esos dos desconocidos que me sonríen", la tapamos cuidadosamente. Puse muy lentamente mi mano en su pecho. ¡Qué pena de fotografías! no teníamos ni tiempo de hacerlas y los momentos eran tan intensos que se nos olvidaba coger la cámara.

Ojitos cerrados, respiración un poco agitada, mano agarrada a su papi y yo acariciándola dulcemente. Fue entonces cuando lo noté. Las pulsaciones eran tan rápidas que en seguida a mi mente vino la imagen de un colibrí. Le miré las manos, vi sus uñas sonrosadas y pensé que todo iba bien.

Y mi pequeña colibrí, aún con sus risas, con sus miradas, en sus sueños, en los paseos... seguía teniendo el corazón como un colibrí... y así ha sido también al llegar por fín a su casa, al conocer su nuevo entorno, la famila, los amigos, los animales... pero los médicos auscultaban y no daban importancia. Hasta que LY se puso malita la semana pasada y nos asustaron con las pulsaciones de mi pequeña.

Todo tiene su yin y su yan. Tenerla monitorizada casi 12 horas hizo que descubriéramos su corazón. Pasó de tener picos de 200 pulsaciones a, ya en la habitación sóla con nosotros, con sus papis, las pulsaciones fueron descendiendo, hasta llegar a un tranquilizador 120. Pero cada vez que se abría la puerta y aparecía una médica o una enfermera, las pulsaciones volvían a dispararse.

Y ya en casita más tranquilos, días después, sin mocos, sin fiebre y durmiendo de nuevo entre nosotros, puse otra vez la mano en el pecho suavemente. Un latido normal. Le conté las pulsaciones, y no llegaban a 100. ¿Qué le ha pasado a mi colibrí? Y en ese momento nos damos cuenta de que ella está empezando a adoptarnos como padres. Que nuestra presencia la tranquiliza. Ahora sólo con tocarla sé si está nerviosa o tranquila. Curiosa manera de descubrirlo.

Pero a mi mente siguen llegando las imágenes de un colibrí, un ser frágil, de batir de alas rápido y enérgico pero a la vez elegante. Curiosa imagen que a veces se trunca cuando coge un juguete y va correteando por casa haciendo gritos graves y soltando carcajadas mientras lo lanza al suelo para ver qué sonido produce y nos mira con cara de picardía. En esos momentos el colibrí huye despavorido y cariñosamente nos miramos mientras disfrutamos de nuestra sonriente y alocada Godzilla que, tranquila, alegre, confiada y con la barriga llena, ha decidido que es hora de que dejemos de estar sentados y nos lancemos a jugar con ella.

Ya se sabe, si no puedes con el enemigo... ¡únete a él!


28 de abril de 2013

Cosas que han cambiado al hacernos padres

Cosas que han cambiado

- Dani cambió su teclado ruidoso por uno silencioso.
- El cajón de los sujetadores ahora es el de los pañales.
- La TV tiene marcas de manitas que no quiero limpiar.
- Ya no tengo insomnio y me duermo al poco de acostarme.
- Ahora desayunamos los tres juntos, y no cada uno por su lado.
- Valoro cada instante de silencio y paz con igual intensidad que cuando LY despierta y todo se vuelve sonoro.
- Mi cara está relajada.
- Nuestra vida de pareja es aún mejor que antes... Ejem!
- La escobilla del water puede ser usada como una espada de juguete.
-  El rollo de papel higiénico tiene marcas de dientecitos.
- A veces el rollo aparece en otro lado... En trocitos.
- El Jacuzzi ahora está lleno de juguetes de agua y gel atópico.
- La batería del IPad me dura días por falta de uso.
- El móvil se pierde en lugares insospechados.
- El aseo huele a pañal usado.
- Ahora ya roncamos 4 en la habitación, y no tres como antes. Y si la niña no ronca... Malo! Me despierto con luz para ver si respira.
- El bebedero de agua de los gatos es una piscina infantil improvisada.
- Las toallitas húmedas lo limpian TODO.
- Tenemos tres tipos de saca mocos y el mejor ha sido el más barato.
- Nuestros tres termómetros dan resultados diferentes, pero el más resultón es el de chupete.
- El cajón de LY de pantalones es de 12 meses, pero el de jerseys es de 18.
- Todos se vuelcan en dejarte ropa pero lo más alucinante es que te dejen ropa de gemelas. Lo tienes todo doble....
- No hay tiempo para nada.

Y todo aquello que juré que nunca haría o diría... Empiezo a hacerlo o decirlo.
Y todo lo que en mi interior critiqué de los hijos de los demás... Me descubro haciéndolo con mi hija.
Y todo lo que me propuse grabar... Ahora no me da tiempo ni a coger la cámara.
Y todas las fotos que siempre le quise hacer... Ahora crece por momentos y no saco tiempo para hacerlas.


Y cada día soy más feliz...


 

23 de abril de 2013

LY malita: ya somos padres

Bueno, pues oficialmente ya hemos entrado en el mundo de la paternidad: ayer estuvimos con LY ingresada en el hospital. Primer susto para padres inexpertos con niña sin antecedentes conocidos...

A las cuatro de la mañana se despertó Susana porque la niña estaba muy agitada. Respiraba con dificultad, tenía la frente ardiendo y el corazón latía cual caballo desbocado. Tras tomarle la temperatura y ver 38,6º decidimos salir corriendo a urgencias, principalmente por el tema de los latidos. Y acertamos.

En urgencias del hospital nos atendieron estupenda y rápidamente. Lo primero, tomarle la temperatura a la nena: 39.1º. Mientras le administraban Apiretal y le ponían unas gasas frías, la pediatra le tomó las pulsaciones... ¡Más de 180 latidos por minuto! Hale, a hacerle un electrocardiograma...

Por desgracia, en urgencias no tienen aparatos específicos para niños. Entre que LY tiene pánico a los médicos, que estaba muy nerviosa, la fiebre, etc... el ECG salió fatal. Los picos de la gráfica se salían de la hoja. Además, pese a hacer tres intentos, no conseguían ponerle una vía a la nena, por lo que la pediatra, con buen criterio, decidió que era el momento de ingresarla, repetir el electro con la máquina de pediatría y que se quedara en observación para hacer un seguimiento de las constantes vitales.

A estas alturas, yo ya estaba para que me ingresaran a mí también... Si me hacen un electro, reviento la máquina. Susana, gracias a Dios, tiene una gran capacidad de mantener la calma en momentos así, pero la procesión va por dentro y también estaba muy nerviosa de ver cómo se desarrollaban los acontecimientos. Sobre todo porque la pediatra de urgencias comenzaba a relacionar cosas como la atresia auditiva de la nena con la eco abdominal que la harían al día siguiente...y con la taquicardia. ¿Y si aparece ahora un problema de corazón? Ufff...no quiero ni pensarlo.

Nos pasan a la planta de pediatría y una vez más se repite la escena, solo que esta vez con un aparato adecuado. El último ECG ya ha salido normal, por lo que casi se descartan problemas de corazón, pero aún así nos quedamos, pues sigue con una frecuencia cardíaca alta y no han podido auscultarla debido a la rabieta que lleva...

En la habitación, la estama es demoledora: ver a la peque con las pegatinas del electro (que no se las quitaron por si había que repetirlo), carita de pena y de malestar por la fiebre y por estar rodeada de médicos hacía que nos dieran ganas de llorar. Nos sentamos a su lado, la agarramos la manita y se quedó dormida. Gracias a Dios, pues esto hizo que sus pulsaciones se estabilizaran (en 115-120 lpm) y que pudiera descansar. Además nos permitió a nosotros conocer su "normalidad" (pese a estar aún con algo de fiebre) en lo que a ritmo cardíaco se refiere.

A las 10 y media de la mañana nos vieron los médicos. Hasta cinco personas, entre pediatras y enfermeras, reunidas para evaluar la situación. Tras revisar el ECG de la noche, la evolución de las constantes vitales de la nena, auscultarla mientras dormía y ver que todo estaba normal, diagnosticaron que todo había sido una subida de garganta fuerte (la tiene inflamada, rojísima y llena de mocos, la pobre). Así que Apiretal y Dalsy alternos cada 4 horas y a casita. ¡¡Menos mal!! Al final, acabamos saliendo del hospital a las cinco de la tarde, habiendo ingresado a las cinco de la mañana... Las doce horas más largas de mi vida (¡mucho más que las doce horas de vuelo para volver de China!)

En estos momentos es cuando te das cuenta realmente de todo lo que amas ya a esta pequeña criatura que lleva un solo mes con nosotros. La quieres por encima de todas las cosas y darías lo que fuera por su bienestar. Hoy nos hemos turnado Susana y yo durante la noche para, cada hora, despertarnos uno de los dos y revisar su estado febril (las subidas de fiebre son repentinas y tiene picos de cuando en cuando de hasta 39.4º), pese a estar ambos destrozados tras el día de hospital. El cuerpo saca fuerzas de donde haga falta para atender las necesidades de tu hija, aunque no seas capaz ni de hacerte la cena para tí... Eso sí: no quiero ni imaginar esto siendo uno sólo o teniendo que ir al trabajo al día siguiente...ufff!!

Finalmente, la peque va mejor, con la fiebre controlada gracias a los antitérmicos y esperando la revisión del pediatra de mañana por si hay que darle algo más o esperar a que se pase sólo. La buena noticia es que hemos superado nuestra primera crisis médica con éxito (¡casi diría que con nota!) y que ya, oficialmente, hemos entrado en el mundo de la paternidad: ya estamos sufriendo por nuestra hija.

Te queremos, LY. Gracias por las sonrisas que nos dedicas pese a tu fiebre y gracias por mirarnos a los ojos y apretarnos la mano para poder dormirte tranquila. Nos llenas de felicidad.