5 de mayo de 2013

Mi primer cumpleaños como padre

Hoy ha sido un día especial: mi primer cumpleaños como padre, el primero con LY en casa, junto a nosotros. No hemos hecho una gran celebración, no nos hemos juntado toda la familia (lo haremos mañana, día de la madre, y matamos dos pájaros de un tiro), ni hemos tenido tarta "al uso". No es necesario. Tengo absolutamente todo lo que necesito para ser inmensamente feliz.

El día ha comenzado con la peque trayéndome las gafas de su madre a las siete y media de la mañana para despertarme, como diciéndome "papá, ponte los ojos y vamos a jugar...". Pese al madrugón, me he levantado con la sonrisa en la cara. ¡Qué forma más bonita de comenzar el día de mi cumpleaños!

La mañana la hemos pasado haciendo alguna compra de última hora para la celebración del domingo. En otra ocasión, pasar una mañana haciendo compras o mirando tiendas habría sido un incordio, pero... esta vez es diferente. Ver a LY mirándolo todo con curiosidad, corriendo por las tiendas de un lado a otro, tocándolo todo, disfrutando y saboreando cada momento... La vida ha cambiado, sí, pero infinitamente a mejor.

Al mediodía hemos comido los tres con mi madre. Comida con aires del país vasco que, además de satisfacer el estómago, me han hecho añorar aún más si cabe a mi padre. ¡Cuánto hubiera disfrutado hoy, entre pimientos del piquillo, los pintxos de morcilla de burgos, el choricillo a la sidra y el chuletón de kilo mientras su nieta jugaba de brazo en brazo! Uff, cuánto te echo de menos, papá. Ojalá nos hayas podido ver y hayas podido disfrutar de este ratito tanto como lo hemos hecho nosotros... Lágrimas ocultas en mi interior honran hoy tu memoria.

Por la tarde, después de una siesta reparadora, festival en el cole de Susana. Los niños de su clase diciendo lo guapa que era la peque y preguntándonos cosas sobre ella, los compañeros dándonos la enhorabuena y jugando con la niña... LY ha disfrutado de la parte bonita del colegio sin las obligaciones que conlleva (ya le tocará), saltando de silla en silla y correteando por el patio con cara de pilla.

Por último, cenita en casa (algo de comida rápida, que estamos todos cansados) y dentro de nada a la cama a descansar, que mañana es un día de emociones con la familia.

Mientras tanto, durante todo el día ha habido un goteo incesante de llamadas, mensajes por whatsapp, sms y facebook... Tener tantos y tan buenos amigos es un verdadero tesoro. Me siento verdaderamente afortunado de estar rodeado de tan grandes personas. Es genial sentir que no estás solo en el mundo, que no eres una piedra en medio del océano, sino un grano de arena en la playa, cálida y rodeado de otros pequeños granitos de arena como tú que te arropan...

Así que, pese a no haber tenido un cumpleaños "tradicional", pese a no haber tenido tarta, pese a no habernos juntado todos en casa... he tenido uno de los mejores cumpleaños que recuerdo. Porque somos tres, porque soy padre, porque tengo una familia y unos amigos maravillosos, porque soy feliz y porque la vida me está regalando una etapa verdaderamente increible y la suerte de poder vivirla de forma intensa, vibrante y dulce.

Y respetando las opiniones y creencias de todo el mundo, yo también tengo las mías, así que quiero dar gracias a Dios por estos momentos de felicidad plena. Lo tengo todo, soy feliz y hace ya mucho tiempo que me convencí de que la casualidad no existe, que la suerte se la busca uno y que el destino no está escrito. La Providencia guía nuestras vidas y a nosotros nos está llenando, creo incluso que sin merecerlo, de todos los bienes que uno puede desear. Sea como fuere, gracias, mil gracias por permitirnos ser tan felices.

1 comentario:

  1. ¿Sabes amigo? Yo creo q es una felicidad muy merecida después de tanto sufrimiento. Los años pasados fueron duros y ahora debes disfrutar todo aquello que durante tiempo añoraste. Tendrás celebración convencional con tarta y amigos... no lo dudes. Feliz cumpleaños. Besoa

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