30 de diciembre de 2012

Nada tan difícil como decidirse

Decisiones, dudas y reflexionan nos sacuden estos días a tu padre y a mí. Los vuelos de avión, hoteles, la Loa, la fecha del viaje, la baja maternal y permiso de paternidad... Un mar de dudas en que nos encontramos tomando decisiones que, aunque son precipitadas en el tiempo, no por ello son innecesarias.

A lo que iba. Por fin he ido a comprar algo de ropa para papi y para mí, y puesto que era una de esas tiendas donde te puedes empezar a vestir cuando naces y vestirte también siendo una anciana, por fin repito, tu madre ha bajado un poco el bloqueo emocional que me arrastra estas semanas y se ha decidido a comprarte algo de ropa. ¡No todo va a ser de la prima! Algo deberás de estrenar, pero:

- sección zapatos y medias, calcetines leotardos, leggins... Hija mía, que talla usas? Decido no comprar nada de esta sección hasta consultar con mi hermana y que me cuente su experiencia con Norah. Los zapatos son muy personales, la verdad...

- bodis y camisetas interiores. Umm... De qué talla? Ahora tienes dieciocho meses, a punto de cumplir los 19, así que cuando te vayamos a buscar rondarás los dos años, pero dos años de una raza que no brilla por su corpulencia. Umm... Decido meditarlo y dudo de nuevo. Además., unos tienen botones, otros corchetes, otros cremallera... Cual elegir? Y manga corta, o larga o media manga? Porque ahora en tu tierra está nevando, pero en tres meses la media de temperatura será primaveral y la manga larga te molestará. En fin, algo más para decidir con posterioridad.

Lo mismo me ha pasado con la ropa, camisetas, vestidos, pantalones y hasta un gorro,quien va por tallas... Y después de mucho buscar, he comprado lo único que tenía algo claro: un paquete de cuatro bragas de talla dos años. Y ahora que las he visto tranquila en casa, he pensado que ahí no cabe un pañal... Así que no creo que te sirvan.

Y después de mucho pensar, me he dado cuenta de que vamos a estar en China, de habrá supermercados y tiendas de ropa seguro, y que mejor te llevamos algo de ropa básica y el resto se compra allí, cuando estemos en tu tierra.

Al fin y al cabo, casi todo lo que miraba hoy, es Made in China...

22 de diciembre de 2012

Ale, a llorar de nuevo

Así es como te quedas cuando lees la entrada de otra mami adoptiva que nos dedica una canción, que llevo escuchando dos años consecutivos. Este año no sólo me lo dedica, es que además me siento totalmente identificada.

No he podido ni responder. ¿Qué respondes a alguien que se emociona con tu camino teniendo el suyo siempre tan enredado? Me quedo sin palabras. Juzgad vosotros.
Gracias Syl...

http://desenredandoelhilorojo.blogspot.com.es/2012/12/felices-fiestas.html?m=1


18 de diciembre de 2012

Esperando la LOA



Registro en China de la preasignación: 4 de diciembre. ¡¡¡Sólo hace dos semanas!!!

Deboro foros, grupos de facebok, de Yahoo, de Google, de lo que sea. Encuentro familias que han recibido la LOA a las 4 semanas. Otra que a los dos meses. Otros, que la acaban de recibir tras ¡¡¡6 meses!!!. Repito. ¡¡¡6 meses!!!.

No puedo imaginar la angustia de estar 6 meses esperando que llamen por teléfono. Es como estar en la cola de eurodisney. La cola se retuerce, hace laberintos con cuerdas por donde pasa la gente. Parece que avanzas un montón, vés una puerta... y aparece otro paisaje de gente haciendo la misma enrevesada cola que tú. De repente, lees el ansiado cartelito: "Desde este punto, la cola es de 1 hora y 15 minutos". Miras para atrás viendo a los pringadillos que se acaban de poner en la cola pensando: Ja, la llevan clara. Y en tu interior la malévola satisfacción de ir mucho más adelantados...

Yo estoy esperando ese cartelito. Aún no alcanzo a verlo porque es un cartel que se encuentra al doblar una esquina de la cola. De repente, aparecerán las palabras mágicas: "Acaba de recibir la LOA. Desde este punto, ya sólo le quedan 5 semanas para cambiar su vida".

El problema es que aún no veo la esquina donde se encuentra el cartel. Y además, a papi se le ha ocurrido la genial y seria frase, dicha al estilo Christian Grey, del tipo: "Nena, el mundo tal y como lo conocemos, acaba en el 2012". 

Papi sigue con mil tediosos temas en la cabeza que hacen que esté más entretenido. Yo soy la impaciente. Soy así. Soy la que va al super y compra un producto y tiene que probarlo en el coche antes de llegar a casa. La que da los regalos de cumpleaños con días de antelación porque me encanta ver la cara de sorpresa. La que abre la caja de bombones que me acaban de regalar y me como uno sin pararme a leer de qué está relleno. La que bombardéa a papi a diario sobre tu habitación, el colecho, la lengua de signos... sin darme cuenta que ha venido derrotado del trabajo y sólo necesita unos minutos de paz. Esa soy yo. ¿y quieren que espere meses? ¿Estamos locos o qué?

Ya he mirado todos los aviones que vuelan a Pekín desde Europa. He mirado el modelo de avión y he buscado en San Google su seguridad (vamos, cuantas veces se ha accidentado). He buscado las compañías más seguras, aeropuertos seguros. He buscado fotos de los asientos, foros donde hacen recomendaciones. Sitios para visitar de tu provincia. De Pekín...


Hace unos días cenando con unos amigos, ya padres adoptivos, ella me miraba y me decía: "ya sé lo que te pasa. Tú lo que tienes es que te has hecho un bloqueo emocional y así no sufres". Has dado en el clavo.

Papi se duerme por la noche mirando tu foto. Pone el video del orfanato varias veces con la gente que conocemos. Lo pone con columen alto, sin volumen, rebobina los momentos interesantes, traduce lo que dicen los cuidadores, interpreta tus gestos, comenta lo guapa que eres, lo pone a más velocidad, da al pause, agranda la imagen...

Yo sin embargo, tengo la foto de mi niña en el móvil. La veo cada hora más o menos, porque no tengo reloj y siempre miro la hora en el telefonillo. No veo tu video. No duermo viendo tu foto. Pero pienso en tí (nosotros, los 3) constántemente.

Si tuviera que quedarme con una imagen, me quedaría con esta: 1 de diciembre de 2012. 12 de la noche. Papi y yo con nuestros Ipads. Luz apagada, monitores encendidos. Yo buscando foros. Miro a la izquierda. Papi mirando tu foto, tu cara agrandada en el monitor. Una ténue luz azul le ilumina el rostro. Te ilumina a tí también. Los ojos de papi brillan. Es felicidad. Sólo eso. La más pura y sincera felicidad en su rostro. Me mira. Me besa. Apaga el monitor... y se duerme. Adivino con que soñaría esa noche.

LY, estamos más cerca

6 de diciembre de 2012

La Sección Prohibida de IKEA


 Con estos ataques de impulsividad que nos dan a papi y a mí, acabamos marchándonos a IKEA un martes a las seis y media de la tarde para comprar el armario de tu habitación. ¡Qué gusto da poder ir entre semana, todo vacío, sin gente, sin prisas!. Fuimos directos a ver el armario (menos de 3 minutos para decidirnos) y acabamos entrando en la "Sección Prohibida".

La sección prohibida es el área que siempre más me ha gustado de esa tienda y al mismo tiempo la que más he evitado. La sección de niños.

Por una parte, no saber que edad ibas a tener, sexo, patología... Eso invalidaba mirar una sección prometedora que tiene artículos interesantes, pero... ¿Qué compras haces cuando no sabes lo que esperas y cuando tu rango de edad es de 0 a 6 años? ¿Compras una cuna o una cama grande? ¿Te decides por unos colores o por otros? ¿Acabas comprando juguetes de edad de +3  cuando a lo mejor tienes meses?

Nos ha sucedido igual con los cuentos y los libros. Hemos visto cuentos muy interesantes para niños de entre un año y dos que nunca nos hemos atrevido a comprar por si la edad asignada era sensiblemente superior.Y por supuesto, ahora que por fín sabemos tu edad y sexo, estamos inmersos en esta maldita crisis y, siendo afortunados y teniendo trabajo los dos, no nos permite gastarnos el dinero en las cosas que nos gustaría comprar. Y no hablo de muebles o de pijotadas, sino de cosas educativas, que despierten la imaginación, que nos permitan jugar contigo y ayudarte en tu desarrollo.

Bueno, a lo que iba. Estando en la sección prohibida vimos un montón de objetos que sabemos que te encantarán, pero que aún no nos atrevíamos a comprar pues no sabemos si te gustarán o no. De repente, apareció ELLA...

ELLA era una niña pequeña que se arrastraba por dentro de un túnel de plástico y se lo pasaba pipa. No sabíamos su edad, ni su estatura, pero andaba y corría cual bichejo por toda la tienda. Miré a papi y le pregunté: ¿Cuánto nos han dicho que mide ahora LY? Al saberlo, desplegué mi metro enrollable y, con la excusa de medir unos muebles que ni siquiera nos gustaban, íbamos persiguiendo disimuladamente a la niña por toda la sección para intentar medirla. Vaya poema. Tus padres persiguiendo a una renacuaja por toda la tienda con el metro desplegado.

Al final, vino su madre y, como lo de medirla delante de ella no era plan, y antes de que nos denunciaran por acoso (ya me imaginaba yo captada por las cámaras de seguridad persiguiendo disimuladamente a esa preciosidad con algo extensible en la mano) nos sinceramos y empezamos a hacerle preguntas. Qué tiempo tenía, cuánto medía, qué cosas le gustaban de la tienda... Le explicamos nuestra situación, de que estamos asignados a la espera de confirmación y que nuestra hija medía lo que medía y que tenía la misma edad que la suya. Y nos tocó el chollo, porque esa mami sacó su iPhone y empezó a mostrarnos las fotos de la habitación de su hija y lo que más le gustaba. Fue muy educada y amable.

Ahí ya se arremangó las mangas tu padre, y empezó a coger todos los artículos que le habían gustado a la niña, con la esperanza de que también te gusten a tí. Además de juguetes de madera y un pequeño etc que cupieron en una única bolsa azul.Por el momento, ya lo tenemos todo. Sólo nos queda la LOA, la TA, el viaje y... TÚ.