14 de abril de 2012

Diario... Y alterofilia


Llevo días con una idea loca en mi cabeza. Aunque es muy posible que alguno de mis hijos haya nacido ya, también cabe la posibilidad de que ese maravilloso momento aún no haya ocurrido.

Siempre me ha llamado la atención lo que hicieron mis padres el dia que nací. En mi caso, mi madre había lavado las cortinas del comedor cuando de noche empezó a sentir las contracciones. Puesto que era su segundo parto, se lo tomó con tranquilidad y empezó a planchar todas las cortinas. Una vez que estuvieron bien planchadas y puesto que las contracciones eran aun muy tardías, decidió subirse a una escalera y, entre contracción y contracción, ir colocandolas en su sitio. El comedor de la casa incluía un pequeño faldón superior que por supuesto, también planchó y colgó con ayuda de su escalera. (para haberse matado).

Una vez que tuvo las cortinas bien puestas, y visto que las contracciones eran ya cada 10 minutos, decidió despertar a mi padre para que llevara a mi hermana a casa de la abuela materna, y así poder ir al hospital con tranquilidad.

Un 11 de septiembre de hace casi 36 años, a las 7 y cuarto de la mañana y con 5 kilos de peso, nacía en la clínica Vistahermosa. Mi hermana no me conoció hasta pasados dos días y mi padre se encargó de lucir con orgullo a su nueva hija y a su nuevo coche, un Simca 1200 con el que aprendió a conducir casi toda la familia y que se convirtió en mi primer coche, allá cuando era más joven, iba a la universidad, y Dani y yo nos besábamos durante horas.

Dentro de unos años, espero que pocos, un día yo me preguntaré...¿Qué hacía yo el día que nació mi hij@? Solo tengo un modo de averiguarlo... Escribir poco a poco, aunque sea brevemente, lo que he hecho cada día. Así podré decir...¡Mira hij@ mí@, el día que tú naciste tu padre y yo estábamos de vacaciones en Almería. Era nuestro último día, la una de la madrugada y sin saber por qué, ambos estábamos muy ansiosos. Después de hablar un rato, escuchar la naturaleza al abrir la ventana de la caravana y comernos un sandwich, tu padre y yo sintonizamos lo único interesante que daban por la tele y que veíamos en el iPad... Un campeonato de alterofilia. Así, entre un levantamiento de pesas y otro, fuimos quedándonos dormidos hasta que, abrazados el uno al otro, dedicamos nuestro último pensamiento del día hacia tí!

Suena poco romántico, lo sé, y este no es un blog diario. Es un blog dedicado a nuestro proyecto de familia. Pero debo confesar que la idea me atráe, así que intentaré escribir los días que pueda en otro blog que tengo por ahí al cual le suelo contar algunos secretillos.

Hoy, por ser el primer día que lo haré, lo voy a escribir aquí. Quien sabe, lo mismo estás naciendo mientras escribo estas líneas...

Viernes 13 de abril
Esta mañana nos levantamos inquietos. Quizá el hecho de usar la caravana del abuelo ha hecho que esté muy presente en todo el viaje, aunque no hayamos hablado del tema entre nosotros. A mí particularmente me hizo un nudo en el estómago, pero creo que le hubiera gustado mucho que usáramos su "casa" para poder ver mundo.

Recogimos nuestras cosas. ¿Como es posible tanto desorden en un sitio tan pequeño?. Seguíamos nerviosos. Nos íbamos del camping, de nuestras primeras vacaciones después de dos años. Nos levantamos muy temprano aunque en realidad habíamos dormido muy poco (un campeonato de pesas que nos hizo gracia fue la culpable). Recogimos con ayuda de un vecino y volvimos a nuestra tierra. Por el camino nos pilló un rato de vendaval y de lluvia fuerte, pero mamá condujo muy bien. A mitad de camino y ya con el tiempo despejado fue papá quien se decidió a seguir ruta. aprovechamos la ocasión para hablar de tí, de tu país... Ahora surge la duda de Bulgaria. Papá, bendito sea este ángel por estar en mi camino, escuchó pacientemente mis inquietudes y cambios de opinión y, cuando los aceptó, decidió que el momento es, como ya suponía, el idóneo para hablar de todas estas cosas. Espero que lo hagamos antes de que terminen las vacaciones.

Al llegar a casa nos esperaba, por supuesto, el iaio. Tenía las puertas del garage abiertas y los animales controlados. Le dimos dos buenos besos y sacamos a Rayo y a Luna, que estaban excitadísimos. Chinito, Muriel y Estrella vinieron a vernos en seguida. El primero Chinito, nuestro gato asmático al que le encantan los coches. Ojalá lo conozcas algún dia.

El iaio se fue y nos comimos las lentejas de la iaia. Después de un rato fuimos a ver a la abu Magda para contarle el viaje y darle su imán de San José, que nos había pedido. Era el único recuerdo que no tenía de unas vacaciones con el abuelo. Estuvimos con ella un buen rato, escuchando sus aventuras con el patchwork y luego nos fuimos a ver la nueva tienda de nuestros amigos. "SanviTartas". Nos gustó mucho y esperamos con ilusión que todo les vaya muy bien. De hecho, mañana queremos ir a ayudarles a limpiar y adecentar el local, ya que quieren abrir esta semana.

Volvimos a casa muy cansados, pero satisfechos. Hoy ha sido un día lleno de energía. No hemos parado ni un momento pero estamos satisfechos.

Faltan 10 minutos para las dos de la mañana. Papi, a mi lado, ronca un poquito y yo me dedico, como cada noche desde hace un año y medio, a pensar en tí, a buscar información y a escribirte unas líneas por si, Dios quiere, resulta que hoy es tu cumpleaños.

Y tú, ¿Qué has hecho hoy?¿Qué te ha pasado?¿Con quién has estado?¿Qué me he perdido?

2 comentarios:

  1. Querida Susana,
    Mi hijo nació el mismo dia que yo, así que el dia de su nacimiento para mí fue un dia especial, esa coincidencia pensando en tu idea me hace sentir que yo estaba contenta y de celebración el día que el llegó al mundo, el día que firmaron su abandono...no recuerdo lo que hice salvo que con seguridad algun pensamiento fue para el, como seria? donde estaria? le cuidarian bien?
    Espero de corazón que tu momento llegue pronto.
    Por cierto mi gata se llamaba Muriel.
    Muchos besos

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    1. Querida Amparo, tenemos muchas cosas en común, excepto un hijo guapo como un sol que decidió nacer como regalo en tu cumpleaños. Grande niño, grande su madre y grande vuestra historia. Seguro que ese día te acordaste de él. Acaso pasó un sólo día en que no lo hicieras? Busca en las fotos de aquel cumpleaños, relájate, deja que los pensamientos se dirijan hacia aquel día tan maravillos en el que, sin saberlo, nacía a miles de kilómetros de distancia un trocito de tu corazón.

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