18 de diciembre de 2012

Esperando la LOA



Registro en China de la preasignación: 4 de diciembre. ¡¡¡Sólo hace dos semanas!!!

Deboro foros, grupos de facebok, de Yahoo, de Google, de lo que sea. Encuentro familias que han recibido la LOA a las 4 semanas. Otra que a los dos meses. Otros, que la acaban de recibir tras ¡¡¡6 meses!!!. Repito. ¡¡¡6 meses!!!.

No puedo imaginar la angustia de estar 6 meses esperando que llamen por teléfono. Es como estar en la cola de eurodisney. La cola se retuerce, hace laberintos con cuerdas por donde pasa la gente. Parece que avanzas un montón, vés una puerta... y aparece otro paisaje de gente haciendo la misma enrevesada cola que tú. De repente, lees el ansiado cartelito: "Desde este punto, la cola es de 1 hora y 15 minutos". Miras para atrás viendo a los pringadillos que se acaban de poner en la cola pensando: Ja, la llevan clara. Y en tu interior la malévola satisfacción de ir mucho más adelantados...

Yo estoy esperando ese cartelito. Aún no alcanzo a verlo porque es un cartel que se encuentra al doblar una esquina de la cola. De repente, aparecerán las palabras mágicas: "Acaba de recibir la LOA. Desde este punto, ya sólo le quedan 5 semanas para cambiar su vida".

El problema es que aún no veo la esquina donde se encuentra el cartel. Y además, a papi se le ha ocurrido la genial y seria frase, dicha al estilo Christian Grey, del tipo: "Nena, el mundo tal y como lo conocemos, acaba en el 2012". 

Papi sigue con mil tediosos temas en la cabeza que hacen que esté más entretenido. Yo soy la impaciente. Soy así. Soy la que va al super y compra un producto y tiene que probarlo en el coche antes de llegar a casa. La que da los regalos de cumpleaños con días de antelación porque me encanta ver la cara de sorpresa. La que abre la caja de bombones que me acaban de regalar y me como uno sin pararme a leer de qué está relleno. La que bombardéa a papi a diario sobre tu habitación, el colecho, la lengua de signos... sin darme cuenta que ha venido derrotado del trabajo y sólo necesita unos minutos de paz. Esa soy yo. ¿y quieren que espere meses? ¿Estamos locos o qué?

Ya he mirado todos los aviones que vuelan a Pekín desde Europa. He mirado el modelo de avión y he buscado en San Google su seguridad (vamos, cuantas veces se ha accidentado). He buscado las compañías más seguras, aeropuertos seguros. He buscado fotos de los asientos, foros donde hacen recomendaciones. Sitios para visitar de tu provincia. De Pekín...


Hace unos días cenando con unos amigos, ya padres adoptivos, ella me miraba y me decía: "ya sé lo que te pasa. Tú lo que tienes es que te has hecho un bloqueo emocional y así no sufres". Has dado en el clavo.

Papi se duerme por la noche mirando tu foto. Pone el video del orfanato varias veces con la gente que conocemos. Lo pone con columen alto, sin volumen, rebobina los momentos interesantes, traduce lo que dicen los cuidadores, interpreta tus gestos, comenta lo guapa que eres, lo pone a más velocidad, da al pause, agranda la imagen...

Yo sin embargo, tengo la foto de mi niña en el móvil. La veo cada hora más o menos, porque no tengo reloj y siempre miro la hora en el telefonillo. No veo tu video. No duermo viendo tu foto. Pero pienso en tí (nosotros, los 3) constántemente.

Si tuviera que quedarme con una imagen, me quedaría con esta: 1 de diciembre de 2012. 12 de la noche. Papi y yo con nuestros Ipads. Luz apagada, monitores encendidos. Yo buscando foros. Miro a la izquierda. Papi mirando tu foto, tu cara agrandada en el monitor. Una ténue luz azul le ilumina el rostro. Te ilumina a tí también. Los ojos de papi brillan. Es felicidad. Sólo eso. La más pura y sincera felicidad en su rostro. Me mira. Me besa. Apaga el monitor... y se duerme. Adivino con que soñaría esa noche.

LY, estamos más cerca

2 comentarios:

  1. Preciosa entrada, amiga. Has hecho que se me saltaran las lágrimas.

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  2. Me han encantado tus palabras. no importa si eres impaciente porque ahora es el momento de serlo, estás muy cerca del final, nada de esperar seis meses, lo tenéis a la vuelta de la esquina ya verás. un abrazo.

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