6 de diciembre de 2012

La Sección Prohibida de IKEA


 Con estos ataques de impulsividad que nos dan a papi y a mí, acabamos marchándonos a IKEA un martes a las seis y media de la tarde para comprar el armario de tu habitación. ¡Qué gusto da poder ir entre semana, todo vacío, sin gente, sin prisas!. Fuimos directos a ver el armario (menos de 3 minutos para decidirnos) y acabamos entrando en la "Sección Prohibida".

La sección prohibida es el área que siempre más me ha gustado de esa tienda y al mismo tiempo la que más he evitado. La sección de niños.

Por una parte, no saber que edad ibas a tener, sexo, patología... Eso invalidaba mirar una sección prometedora que tiene artículos interesantes, pero... ¿Qué compras haces cuando no sabes lo que esperas y cuando tu rango de edad es de 0 a 6 años? ¿Compras una cuna o una cama grande? ¿Te decides por unos colores o por otros? ¿Acabas comprando juguetes de edad de +3  cuando a lo mejor tienes meses?

Nos ha sucedido igual con los cuentos y los libros. Hemos visto cuentos muy interesantes para niños de entre un año y dos que nunca nos hemos atrevido a comprar por si la edad asignada era sensiblemente superior.Y por supuesto, ahora que por fín sabemos tu edad y sexo, estamos inmersos en esta maldita crisis y, siendo afortunados y teniendo trabajo los dos, no nos permite gastarnos el dinero en las cosas que nos gustaría comprar. Y no hablo de muebles o de pijotadas, sino de cosas educativas, que despierten la imaginación, que nos permitan jugar contigo y ayudarte en tu desarrollo.

Bueno, a lo que iba. Estando en la sección prohibida vimos un montón de objetos que sabemos que te encantarán, pero que aún no nos atrevíamos a comprar pues no sabemos si te gustarán o no. De repente, apareció ELLA...

ELLA era una niña pequeña que se arrastraba por dentro de un túnel de plástico y se lo pasaba pipa. No sabíamos su edad, ni su estatura, pero andaba y corría cual bichejo por toda la tienda. Miré a papi y le pregunté: ¿Cuánto nos han dicho que mide ahora LY? Al saberlo, desplegué mi metro enrollable y, con la excusa de medir unos muebles que ni siquiera nos gustaban, íbamos persiguiendo disimuladamente a la niña por toda la sección para intentar medirla. Vaya poema. Tus padres persiguiendo a una renacuaja por toda la tienda con el metro desplegado.

Al final, vino su madre y, como lo de medirla delante de ella no era plan, y antes de que nos denunciaran por acoso (ya me imaginaba yo captada por las cámaras de seguridad persiguiendo disimuladamente a esa preciosidad con algo extensible en la mano) nos sinceramos y empezamos a hacerle preguntas. Qué tiempo tenía, cuánto medía, qué cosas le gustaban de la tienda... Le explicamos nuestra situación, de que estamos asignados a la espera de confirmación y que nuestra hija medía lo que medía y que tenía la misma edad que la suya. Y nos tocó el chollo, porque esa mami sacó su iPhone y empezó a mostrarnos las fotos de la habitación de su hija y lo que más le gustaba. Fue muy educada y amable.

Ahí ya se arremangó las mangas tu padre, y empezó a coger todos los artículos que le habían gustado a la niña, con la esperanza de que también te gusten a tí. Además de juguetes de madera y un pequeño etc que cupieron en una única bolsa azul.Por el momento, ya lo tenemos todo. Sólo nos queda la LOA, la TA, el viaje y... TÚ.


5 comentarios:

  1. ya os imagino a los dos con la cinta métrica persiguiendo a la renacuaja, sois la monda lironda. qué maja la señora, tenéis que poner fotos de todo lo que habéis comprado. un beso.

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  2. Ahhhhhhhhhhhhhhhh, ¿ya tenemos armario? Queremos fotooooooooooooo... Qué guay!!

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  3. Jaja, has hecho reirme a carcajadas imaginandolos persiguiendo a esa peque, pero que gusto que ya vayan armando su habitacion!
    Un abrazo!!!

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  4. Buenísimo!!! Por cierto tengo un libro que me gustaría remitirla!! Creo que os gustara yo se lo leí a mi hijo cientos de veces!! Estamos en contacto. Abrazos.

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