24 de marzo de 2013

Día 8. 21 de Marzo. Al fin el sol y el parque

Hoy por fin hemos tenido al fin un día de sol. Parece que la llovizna de la noche anterior ha limpiado un poco el ambiente, así que hemos aprovechado para sacar a LY del hotel (que ya empieza a estar harta de estar entre estas cuatro paredes y nosotros también, la verdad). Ella misma nos traía los zapatitos y señalaba la puerta con el dedito… ¡Angelita!


Como hacía algo de viento, hemos comenzado la mañana caminando en dirección contraria al mismo para evitar que LY cogiera frío, por lo que hemos deambulado sin rumbo fijo hasta acabar viendo un pequeño parque en una urbanización privada. Como buenos extranjeros, nos hemos hecho los suecos y hemos entrado en el parquecito, donde hemos podido ver un monumento a Dios-sabe-qué:



Además, una abuelita china ha estado ensalzando lo guapa y preciosa que era nuestra pequeña… Aquí todo el mundo es muy considerado con los niños y enseguida se ponen a jugar con ellos, a cogerlos en brazos y a decirles cositas. Finalmente, la pequeña se ha quedado dormida en el carro:



Como el viento parece que ha parado un poco, hemos decidido desandar el camino recorrido y nos hemos acercado hasta un parque cercano que teníamos ganas de visitar. Por el camino hemos cruzado por delante de una estatua con aire marcial que nos ha llamado la atención:





El parque es bastante grande y tiene unas fuentes muy chulas al estilo de las naves espaciales de “Men In Black” que, según nos han comentado, por la noche tienen juegos de luces y música. Lástima no poder ver el espectáculo, pero es demasiado arriesgado tanto por LY como por nosotros, así que nos conformaremos con verlas de día:



En el acceso al parque hay una zona con un colorido tremendo. Está lleno de flores rojas (el rollito comunista impera aquí, ya sabéis…) y nos llevamos una sorpresa mayúscula al acercarnos para hacer las fotos: son unos preciosos ejemplares de “plastikum comunistem”, es decir, que son más falsas que las monedas de tres céntimos: son flores de plástico…



Seguimos andando por el parque y acabamos en uno de los múltiples puentecitos que salvan un pequeño río que recorre el mismo. Desde él tenemos una vista bastante bonita del entorno:



Cada vez nos alegramos más de haber salido del hotel, pues el viento ha amainado y el paseo está siendo muy agradable.

En el centro del parque hay una estatua que a mí me llamó ya la atención unos días atrás cuando pasamos por delante del parque con la guía en el coche de camino al registro. Se trata de un monumento al agua, aunque parece una especie de llama olímpica en azul:



Seguimos andando y nos encontramos con un puesto ambulante de policía. Aquí tienen algunos de estas “minicomisarías” por la calle y parece que están pensadas para concienciar a los niños de que la policía es buena, a juzgar por los dibujitos que tienen por fuera pintados:



Nuestro paseo se dirige ahora hacia el río. Está a un nivel inferior al parque y se puede acceder a él por unas escaleras o por una especie de rampa, así que bajamos con el carrito por la rampa y nos damos una vuelta por sus puentes y una zona preciosa con sauces llorones (papá les llamaría “sauces buá-buá”, jejeje…):









Reponemos fuerzas en un McDonalds (el BigMac y los Nuggets son idénticos en todos los lados, por suerte) y acabamos nuestro paseo en un pequeño lago al final del parque:



Finalmente decidimos coger un taxi para volver al hotel. El carro no permite cerrar el maletero del taxi, así que la solución del taxista es… ¡sí, lo habéis adivinado! Dejar el maletero abierto y viajar así hasta el hotel. China is China…

El taxi nos cuesta 12 yuanes (alrededor de un euro y medio), lo que me termina de convencer que es mucho mejor coger taxis para hacer las excursiones que nos apetezca que contratarlas organizadas por la agencia, especialmente si son a sitios relativamente cercanos. En cualquier caso, no hemos venido de turismo, así que pasamos de excursiones (y más con LY en su estado catarral…).

Por hoy ya nos hemos aireado suficientemente, así que pasamos el resto del día en el hotel descansando y durmiendo una siesta para recuperar fuerzas. Mañana viernes nuestra guía recogerá el pasaporte de la nena y, si todo va bien, el sábado estaremos de camino a Beijing para encarar la recta final de nuestro viaje de adopción. ¡Yujuuuu!



2 comentarios:

  1. preciosas fotos, me encanta veros sonrientes.

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  2. jajajajajajaj, luego le preguntas a tu amigo el nombre científico de esas flores, jajajajajajaj, "sinforicarpus plasticum" jajajajajaj. Me partooooooooooo. Esa se la tienes que contar a Rober también... se va a descojonar.
    Amigos... estáis guapísimos... y la princesa ni te cuento.

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